La inminencia de un nuevo acuerdo con el FMI, documento que se conocerá tal vez la semana que viene y que en el “archivo adjunto” incluiría un refuerzo de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares al aporte original de US$ 50.000 millones, provocó un rotundo cambio de expectativas en los mercados financieros.

Esto se reflejó en una abrupta caída del tipo de cambio y una aceleración de la caída del riesgo país. El dólar, que llegó a superar los $40 pesos días atrás, terminó cerrando la semana ofreciéndose en el mercado minorista a $ 38,13, reflejando una caída del 5,9% respecto al viernes pasado.

La suba de los bonos en dólares impulsó una caída vertical del riesgo país, que quedó en 587 puntos básicos. Las acciones argentinas siguieron recuperando terreno en Wall Street, con subas de hasta el 5%. El índice MerVal gana 13% en dólares en lo que va del mes. Números que llevaron alivio al gobierno y a Mauricio Macri, que parte este sábado a Nueva York para hablar en la ONU.

La agenda presidencial en EE.UU. priorizará la búsqueda de apoyo económico. Verá el lunes al presidente Donald Trump en una cena con otros mandatarios y también tiene previsto reunirse con la titular del FMI, Christine Lagarde.

Entre los analistas consideran que la adopción de bandas cambiarias como eje principal de la política cambiaria -decisión anticipada por Clarín, que ya tomó el Banco Central y pondrá en práctica tras la firma del acuerdo- cayó bien entre los analistas financieros, porque entienden que se le va a dar cierta previsibilidad al principal número que miran los argentinos, el precio del dólar.

Pero esta semana también impactó de manera positiva en el mercado el dato de que hubo un fuerte ingreso de divisas para comprar las Letras en pesos que capitalizan intereses. De hecho este viernes el Banco Central informó que las reservas crecieron en US$ 579 millones.

Esta reversión del flujo de capitales es lo que terminó convenciendo al mercado de que el tipo de cambio no tiene más recorrido alcista, no al menos en la forma violenta en que se vino moviendo desde abril, con saltos abruptos y fuerte caída de las reservas del Banco Central.

Para un operador de cambio de una de las más importantes mesas de dinero del mercado, el frente cambiario se relajó sensiblemente esta semana. Lo más importante: “Los minoristas pararon toda la compra. Eso es mucha guita. Porque son 2 mil millones menos de demanda”. En los últimos informes cambiarios del Banco Central se reconocía que la demanda minorista había llegado a superar los 3.000 millones de dólares por mes.

Un experimentado analistas económico, ex funcionario, señaló que gracias a que Caputo se liberó de las subastas programadas de dólares y pudo intervenir por sorpresa, el mercado cambiario se estabilizó. “Al mercado le quedó claro que con el acuerdo, y con libertad para intervenir, al que vaya contra el dólar le cortan la cabeza”.

Otro factor que se revirtió es la caída de depósitos de dólares. El público llegó a retirar unos 1.300 millones de dólares en la última semana de agosto y la primera de septiembre, pero los últimos datos del Banco Central muestran que los dólares están regresando al sistema financiero.

En el Banco Central consideran que la inestabilidad cambiaria ya se habría extinguido, pero igual se espera el anuncio oficial del Fondo Monetario Internacional, sobre todo por el refuerzo para las reservas, que ahuyentaría de manera definitiva cualquier riesgo de que la Argentina no pueda afrontar los pagos de su deuda, sobre todo en 2019.

Con el frente cambiario dominado, las autoridades se centrarán en enviar señales para consolidar la caída del riesgo país. Es un paso fundamental como para que el Gobierno pueda volver a pensar en una nueva emisión de deuda.