La incertidumbre y la confusión provocadas por la reciente devaluación, generaron una reducción en la oferta ganadera del orden del 15-20%, con una fuerte baja en la actividad frigorífica.
Muchos productores se resisten a vender hasta que no se aclare el panorama, y se sepa la cotización cierta de muchos insumos, y si además la devaluación del peso va a continuar.
La restricción de oferta, que ahora parece tender a regularizarse, ha provocado una fuerte suba del precio de todo el ganado, que en promedio se ubica un 20% por encima de junio último, y un 44% por arriba de un año atrás.
El salto supera claramente la inflación del último año (35%), con categorías como la vaca conserva, cuyos valores han aumentado un 66% desde septiembre del 2017. Especialmente buscado el novillo pesado, y la vaca, sea gorda, conserva o manufactura, cuya oferta parece haber caído un escalón del 15-20% por lo menos en los últimos treinta días, independientemente del efecto de la devaluación.
Ahora cabe esperar si este abrupto salto en los precios va a ser convalidado por la demanda en las próximas semanas, especialmente la demanda de consumo, y si estos precios pueden mantener la ventaja lograda frente a la inflación en los próximos meses, dado que se esperan índices inflacionarios altos por varios meses más. La foto parece buena, habrá que esperar el desarrollo de la película. La exportación tracciona cada vez más, y está incursionando sobre ciertas categorías (vaca gorda, novillo entrepesado o liviano) y cortes (delanteros, rueda) hasta hace poco, terreno casi exclusivo del consumo. El mercado puede fortalecerce aún más si a la incipiente competencia entre exportación y consumo se le agrega alguna restricción estacional de la oferta.
Dólares
En los últimos diez años (2008-2017) el ternero negro de invernada (180 kg) promedió los 1,87 u$s por kg, con un máximo de u$s 3,03 en septiembre del 2011, a la salida de la liquidación 2007-2010, y un mínimo de u$s 1,23 en mayo del 2013. El valor actual del ternero, u$s 1,40 por kilo, se ubica un 25% por debajo del promedio 2008-2017. En el 2002, a la salida de la convertibilidad, el ternero de invernada cayó a sólo 35 centavos por kilo, pero al año siguiente ya valía el doble en dólares.