Alimentarse de manera saludable, responsable y consciente es una tendencia cada vez más presente entre los consumidores, quienes son más exigentes a la hora de elegir los productos a los que acceden. En este contexto, la carne de pescado con sus innumerables beneficios para la salud ocupa un lugar primordial en la vida cotidiana y también en la agenda de investigación. Técnicos del INTA Castelar y de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora enriquecieron la carne de pescado de agua dulce con mayor concentración de ácidos grasos insaturados, vitaminas liposolubles y antioxidantes naturales.
De acuerdo con Luciano Montenegro –especialista del Instituto de Investigación en Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA–, “esto fue posible gracias a una tecnología de alimentación natural de los peces con forrajes y granos que permitió aumentar la concentración de los ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas liposolubles antioxidantes en la carne de los peces”, explicó.
Esto se debe a que los peces de agua dulce son capaces de metabolizar y acumular concentraciones de ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs) como respuesta a la biocamulación a partir de la alimentación.
A partir de la implementación de esta estrategia alimenticia, un filet de 150 gramos de C. idella o carpa herbívora aumentó un 115 % el contenido de ácido docosahexaenoico (DHA) –más conocido como ácido graso omega-3– y pasó de tener 103 mg de a 221,76, al tiempo que el contenido de ácido eicosapentaenoico (EPA) –omega-3– incrementó casi en un 50 %, de 34,4 mg a 48,72.
“Al incorporar Lolium multiflorum o raigrás anual a la dieta, notamos un aumento de la concentración de vitaminas antioxidantes en la carne de los peces, lo que mejoró, a su vez, su estatus antioxidante”, especificó el técnico.
Además, Montenegro señaló que “los alevines de C. idella alimentados con dietas concentradas, durante los primeros meses de vida, alcanzan mayores pesos, explicados por aumento en la masa de vísceras respecto de aquellos que consumen forrajes como naturalmente lo indicaría su hábito alimenticio”.
Asimismo, el investigador reconoció que la carpa herbívora es una “especie con mucho potencial, pero poco explotada en el país” y destacó la importancia de “aprovechar el potencial de las especies de nuestros ríos para la obtención de productos de calidad de bajo costo productivo, en pos de fortalecer la soberanía alimentaria y la economía regional”.
En este sentido, aseguró que “el sector productivo se está adaptando a las exigencias del sector de la salud para aumentar la dotación de dichos compuestos en la carne de los animales producidos”.
Por este motivo, Montenegro consideró la importancia de seguir investigando a fin de conocer más y mejor las especies disponibles y desarrollar estrategias de alimentación a lo largo de todo el ciclo de la especie ictícola para optimizar su respuesta productiva.