Las exportaciones de biodiésel a la Unión Europea "prácticamente" se reducirán a un mínimo este mes y luego directamente podrían desaparecer, según alertan en la industria del biocombustible, ante la posible aplicación de un arancel antisubsidio contra el producto local.
En enero pasado, la UE abrió una investigación contra el biodiésel a pedido de productores europeos que argumentaron que el biocombustible local, por el diferencial de retenciones (15% para el biodiésel, 23% para el aceite de soja), corre con ventaja para llegar a ese mercado.
En 2013, tras la expropiación de YPF a la española Repsol, Europa aplicó
aranceles antidumping contra el biodiésel argentino y lo dejó afuera de ese
mercado, que concentraba ventas por más de US$1500 millones y en volumen
representaba más del 90% de las ventas totales.
La Argentina llevó a la UE a un panel en la Organización Mundial del Comercio (OMC)
y se lo ganó. En septiembre del año pasado, el bloque europeo bajó los
aranceles-quedando una tasa efectiva total para el ingreso del 9 al 15%, según
las empresas exportadoras- y el biodiésel argentino logró volver a ese mercado,
compensando en parte el cierre que, a su vez, instrumentó Estados Unidos para el
producto argentino unos meses antes. La industria argentina, agrupada en la
Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), inclusive ganó un juicio y la
Corte europea ordenó recalcular los derechos antidumping, que hoy están en 0%
momentáneamente más allá del 6,5% que existe para la importación desde cualquier
origen.
En 2017, con el impulso de la reapertura de Europa, las ventas al exterior de biodiésel terminaron en un récord de 1,68 millones de toneladas y más de 1250 millones de dólares. En 2018, en tanto, entre enero y mayo pasado, el sector exportó 622.779 toneladas, casi un 9% más, por US$436,5 millones, respecto de igual período de 2017.
Del volumen exportado, 294.670 toneladas fueron a los países del bloque
europeo, en tanto que 258.909 toneladas a "Europa en tránsito", una
clasificación que en el sector significan las ventas que van a Malta y que de
allí luego son derivadas a África por los importadores del producto.
En medio de la investigación contra el biodiésel argentino en Europa, hace unos
dos meses en ese bloque se abrió un registro para las importaciones argentinas.
Eso hizo que se fueran frenando los nuevos negocios ante el temor de que, si el
mes próximo o en octubre hay un arancel contra el biodiésel, este sea
retroactivo.
En este sentido, ante una consulta de LA NACION, Luis Zubizarreta, presidente de Carbio, alertó: "Ante el registro que implementó Europa, que podría aplicar aranceles retroactivos, las exportaciones prácticamente van a desaparecer a partir de agosto". Según el directivo, este mes podría contabilizarse un "resabio" de negocios ya cerrados en julio pasado, pero las ventas van a caer.
"El mes próximo será efectiva la sanción o a más tardar en octubre", dijo otra fuente consultada del negocio. Más allá de ese próximo arancel por subsidios, la fuente consultada trazó un panorama difícil una vez que Europa recalcule los derechos por antidumping y porque el mismo Gobierno afectó las exportaciones al subir del 8 al 15%, en mayo pasado, las retenciones.
"Europa va a recalcular las alícuotas de los aranceles antidumping y esto podría ser aplicado en los próximos dos meses. El fallo de la OMC (que ganó la Argentina) no estableció que la UE debía eliminar esos aranceles, sino recalcularlos, mientras que la sentencia del Tribunal de Justicia europeo, a partir de una demanda privada iniciada por la industria argentina, dejó alguna luz para que Europa no termine eliminando esos aranceles. Ese recálculo, con independencia de la otra sanción que investiga (subsidios), dejaría igualmente fuera de carrera al biodiésel argentino", alertó la fuente. Agregó que con la suba de las retenciones, dispuesta por el Gobierno, el producto también quedará afuera de Europa.
Según alertan fuentes de la industria, el panorama será complicado y podría haber cierres de plantas.
Por: Fernando Bertello