Lejos de enfriarse, la guerra comercial que inició la administración de Donald Trump -elevando aranceles a las importaciones de su país a productos chinos- siguió levantando temperatura y respuestas de sus socios comerciales. A partir del 6 de julio, el gobierno de China resolvió que pagará con la misma moneda a EE.UU., elevando 25% sus aranceles para una serie de productores estadounidenses incluida la carne vacuna que hoy tiene una tarifa de 12%. Así, la carne de las plantas frigoríficas estadounidenses pasará a pagar un arancel de 37% para ingresar el gigante asiático.
En el acumulado enero-abril, EE.UU. colocó 2.250 toneladas en el mercado chino (0,7% del total exportado) a un precio medio de US$ 9.400 FOB, básicamente carne de animales terminados a grano. Ese valor marca un claro contraste con las 40 mil tons que se enviaron vía Hong Kong, a un precio medio de US$ 5.400 FOB. Por tanto, podría esperarse alguna ventana de oportunidad para otros proveedores, fundamentalmente Australia pero también para los países del Mercosur, para este nicho de negocio de carne de alta calidad, similar a la cuota 481 de Europa, de acuerdo a lo publicado por Rafael Tardáguila en la edición de FaxCarne del 20 de junio.
Sin embargo, las consecuencias de esta guerra comercial aún son “impredecibles”, según coincidieron distintos agentes del mercado cárnico regional.
Fuente: Valor Carne