El 30 de mayo, una publicación del Boletín Oficial encendió las luces de alarma entre los matarifes. De acuerdo a la Resolución General 4256 de AFIP, se estableció el uso obligatorio, desde el 1° de septiembre, del “Remito Electrónico Cárnico, “como único documento válido para el traslado automotor dentro del territorio de la República Argentina de carnes y subproductos derivados de la faena de hacienda de las especies bovinas/bubalinas y porcinas”.
Sergio Pedace, de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) expresó su preocupación en relación a este tema sensible para este sector. En el programa Mercadovisión, que se emite por la pantalla de Canal Rural, sostuvo que “estamos de acuerdo con esta medida, pero habíamos quedado que esto sería en 2019”.
Con respecto a este adelanto de fechas, Pedace explicó que el “enojo es porque se adelantan los tiempos, no es lo que habíamos hablado, este año habíamos quedado que se blanqueaban las carnicerías”, y remarcó que el Estado les pide que realicen una función de fiscalización que no le corresponde al sector privado. “Nosotros no podemos denunciar a nuestros clientes”, afirmó.
Desde CAMyA explicaron que a la molestia por el adelanto de los tiempos pactados, se suma la dificultad para integrar a las carnicerías al circuito impositivo. “Los carniceros no existen, entonces ¿a quien le facturamos?”, señaló. Además, agregó que “no podemos hacer de policía, lo tiene que hacer el Estado".