Desea en este momento de cambio, lograr un salto significativo en la relación bilateral entre Japón y Argentina, la cual afirma ha permanecido estática durante más de una década. Cordial, respetuoso y sumamente agradable, compartimos con ustedes sus reflexiones.
¿Qué ve la diplomacia japonesa para relacionarse con América Latina en general y con Argentina en particular?
Consideramos que en América Latina hay países amigos de Japón. La relaciones con Argentina suceden desde hace más de 120 años, con México hace más de 130 y con otros varios países hace más de 100 también. Siempre han tenido muy buena relación y aunque hubo malos momentos -como la Segunda Guerra mundial- el intercambio en general siempre ha sido de amigos.
Agrego que en esta región hay mucho potencial en recursos tanto naturales como humanos, además de un mercado potencialmente muy grande.
Eso es algo que sucede en la región.
Si, Argentina y Brasil tienen enormes recursos, especialmente agrícola, minero y energético, motivo por el cual nosotros tenemos relaciones económicas con estos países. Además América Latina tiene mucho protagonismo en entes internacionales, como Naciones Unidas, y siempre han apoyado iniciativas para trabajar juntos, para crear un mundo más libre, con más paz y más igualdad. En 2015, cuando nuestro primer ministro Shinzō Abe visitó varios países de América latina -lamentablemente no vino acá- lanzó un proyecto-idea llamado “Juntos”.
¿De qué se trata Juntos?
El Gobierno del Japón lanzó la iniciativa del Programa de Intercambio “Juntos!! Japón – Latinoamérica y El Caribe” en el año 2016, para realizar el intercambio personal entre los países Latinoamericanos y del Caribe con Japón y así promover el entendimiento sobre la política, economía, sociedad, cultura, historia y diplomacia de Japón en esta región. Juntos consta de tres ideas: progresar, liderar e inspirar juntos, es decir, nuestra propuesta es que progresemos juntos. También hay mucha cooperación técnica: aquí en Argentina tenemos una oficina que se llama Jika, que realiza cooperación internacional. Ellos no están buscando algún beneficio para Japón, sino brindar cooperación para aquella región o país, no solo América Latina, sino también en Asia o Europa en menor medida.
Liderar es una de las ideas del Programa. Ser este año anfitriones del G20 es liderar la región.
Liderar juntos es que nosotros consideramos que Argentina, Brasil y México – países miembros del G20 – tienen un potencial importante para contribuir a los asuntos importantes del mundo. Argentina hoy es anfitrión del G20, y es una tarea muy complicada; justamente este fin de semana vamos a tener el encuentro de cancilleres del G20, y a fin de año la cumbre. Realmente ser anfitrión del G20 te da una gran responsabilidad para el mundo, con un valor que compartimos. Creemos que tenemos que liderar juntos por un mundo con más paz.
¿Usted, como embajador en la Argentina, también en cierto punto se siente anfitrión del G20?
Si, totalmente, estamos muy ocupados con eso. Estamos muy felices de trabajar
con este gobierno porque es un gobierno que muestra mucho interés y capacidad
para ser anfitrión del G20. Ya hemos tenido reuniones con los ministros de
finanzas del G20 y con directivos de Banco Central y han sido exitosas.
Argentina es muy capaz y realmente queremos liderar con ella, con Brasil y con
México, además de otros países de América Latina por supuesto, porque esta
región tiene la particularidad de tener una homogenización en cuanto a la
lengua, a la religión, a la historia, con sus diferencias obviamente (algunos
países caribeños son de habla inglesa), pero de todas formas es una región muy
particular.
Esa homogenización que observa en la región, ¿cree que trae aparejado algún tipo de beneficio?
Comparado con Asia por ejemplo, que cada país tiene su propio idioma y religión, afirmo que esa homogenización de la cual hablamos, suma. Le da a esta región un potencial muy grande, si se trabaja en conjunto y cooperando, serían una potencia muy importante para el mundo. Por eso queremos liderar junto a esta región.
Tenemos muchas metas, en Japón se dice que los que hoy tienen 10 años, van a vivir hasta los 110. Este es el futuro al que tenemos que inspirar juntos. Ustedes aprender de nuestras experiencias y nosotros de las de ustedes.
El Programa de Intercambio “Juntos” funciona para América Latina
Consideramos a América Latina como un lugar donde nos resulta importante relacionarnos, por eso ya desde la visita de Abe en el 2015 se comenzó a trabajar este proyecto, invitando todos los años a 120 personas de toda la región, que trabajen en diferentes ámbitos a intercambiar experiencias. Hemos invitado personas dedicadas a la agricultura, a periodistas, políticos, a personas que trabajen en tecnología y en robótica.
¿Cómo se puede intercambiar culturas y negocios entre dos países tan diferentes? Japón es un país que proyecta todo a largo plazo, y nosotros somos improvisados!
El intercambio persona-persona para mí es fundamental. Siempre se puede aprender del otro. Nosotros no somos tan perfectos como ustedes creen porque al ver todo a largo plazo nos convierte en pesimistas. Ustedes, al ver todo tan a corto plazo los hace ser más optimistas.
Los jóvenes japoneses ven al futuro con mucha negatividad, por ejemplo, no se casan (un tercio de los japoneses no se casan por miedo del futuro); y eso pasa por ver y pensar tanto en el futuro. Y acá si conocen a alguien y se enamoran, se casan. Por eso hay que aprender de cada cultura haciendo este intercambio.
¿Qué hace el gobierno japonés para que los argentinos podamos conocer su cultura y realizar el intercambio?
Comenzamos un programa de “Working holiday”, por el que se puede ir hasta un año a Japón – a trabajar o estudiar- para que jóvenes argentinos menores de 30 años conozcan nuestro país. También estamos trabajando en un sistema de becas y propaganda para el turismo. El número de turistas argentinos a Japón ha aumentado, antes solían ser 8.000 y hoy aproximadamente 20.000 argentinos viajan a Japón cada año.
¿A qué se debe ese crecimiento en el número de turistas argentinos a Japón?
En 2015, cuando River Plate fue a Japón por la final del mundial de clubes, viajaron aproximadamente 15.000 hinchas. Y a partir de ahí que se mantuvo el número. Porque muchos argentinos fueron y difundieron imágenes y experiencias vividas en nuestro país.
Además de turismo, sería importante que empresarios argentinos chicos y medianos intercambien experiencias y sistemas de producción, ¿de eso se trata el proyecto Kaizen?
Sí, estamos haciendo con el gobierno el “Proyecto kaizen”, que consta en elegir 100 pymes argentinas para que conozcan nuestra tecnología llamada kaizen, manejo japonés, mejora continua, que permite producir más. Mejora la producción, la organización. Dentro de poco también vamos a comenzar “un pueblo, un producto” para que cada pueblo pueda producir un producto y acercarlo a un mercado grande.
Eso es muy bueno para las pequeñas ciudades lejanas.
Si. Japón es un país formado por 6.000 islas divididas, y cada pueblo y cada pequeña ciudad tienen que tener su industria. Ojalá podamos trabajar juntos para que esta idea se pueda llevar a cabo en Argentina, que es un país muy grande (ocho veces más grande que Japón). Argentina podría aprender algo de Japón y sus técnicos. Cada cultura puede aprender de la otra.
¿En relación a la cultura y a la gastronomía, el intercambio se da o es una cuenta pendiente?
El intercambio cultural se da. Hace veinte años atrás, cuando vine por primera vez a Argentina, solo había 4 restoranes de sushi, ahora hay más de 150.También hay muchos que ven y cantan animé, hay producciones japonesas que se transmiten en la Televisión pública argentina, y programa de recetas de cocina japonesa; al igual que Argentina está haciendo muchas cosas en este 120 aniversario de nuestras relaciones invitando por ejemplo a “Fuerza bruta” a Japón, quienes hicieron un espectáculo increíble.
Eventos que nos acercan y nos trascienden.
En el caso de Argentina, con el tango difundido y tan querido en Japón. Estamos pronto a los Juegos Olímpicos de la Juventud a los que vendrán más de 100 atletas japoneses. El Jardín japonés en Buenos Aires es visitado por más 600 mil personas al año. En Argentina puede comerse buen sushi, degustar buen fideo japonés.
En Japón tendremos el mundial de rugby en 2019, y en 2020 los Juegos Olímpicos de Tokio. Hay muchas oportunidades de intercambio y conocimiento. Este tipo de eventos unen a los países. Hay que acercarnos y conocernos.
¿Cómo se vivió desde la diplomacia estos días de inestabilidad cambiaria y corridas?
Tenemos mucha confianza en el país. He estado con mi par de EE.UU. y él
también lo vive con buena expectativa. ¡No podrá volver a vivirse un 2001 porque
el escenario es totalmente diferente, tanto el local como el mundial, no se
preocupen!
Hablando de comercialización entre Argentina y Japón, el logro de exportar carne a Japón nos llenó de orgullo.
El ministro Etchevehere estuvo con nuestro ministro de agricultura, forestación y pesca y acordaron que antes de fines de julio esté concretada la exportación de carne patagónica ovino y bovino. El problema es que la producción patagónica no es muy grande, pero al concretarse la exportación a Japón seguramente van a ponerse como meta aumentar la producción.
El 26 de julio haremos un evento en el Hilton invitando a varios chefs para cocinar carne wagyu para poder empezar a incorporarla al menú argentino. Es una carne más grasosa que la de ustedes, ¡no se asemeja al ojo de bife! Pero hay muy buenas recetas para aprender a saborearlo.
¿Con que otros países se cruzará Argentina a la hora de venderle carne a Japón?
Argentina es el primer país de América latina que exportará carne a Japón. Es muy difícil lograrlo por el nivel de exigencia de nuestro país, de hecho, solo un frigorífico está autorizado a exportar.
Para lograr la exportación de carne patagónica hubo 14 años de negociación, la idea es sumar también a la producción del norte de Argentina, pero por ahora no se concretó. En total hay doce etapas a cumplir para lograr la aprobación de exportación, en el norte argentino vamos por la etapa uno.
¿Qué otro producto vinculado a la agroindustria ve con interés comercial de parte de Japón?
Soja, harina de soja y sorgo son los principales. Son los que están en claro ascenso – si bien con la sequía sufrida no se puede exportar mucho-. Los lácteos también son vistos con mucho interés, la capacidad de producción láctea de Nueva Zelandia o Canadá, ya están agotadas, pero Argentina no está desarrollando el negocio en su totalidad, por eso hay países interesados en invertir aquí. La idea no es exportar leche en polvo sino leche fresca congelada.
¿Qué pasa con nuestras frutas y hortalizas?
Ese es otro rubro que interesa mucho, frutas y hortalizas. Japón está negociando con Argentina por limones, arándanos, uvas, pera, manzana y cerezas- pero es bastante complicado por el problema de la mosca de la fruta-, por eso, el limón tiene que salir a baja temperatura. Si se concreta la exportación de esas frutas a Japón hay que pensar que un mercado de 3000 millones de dólares o más.
¿Qué otro rubro tiene interés en ustedes?
Otro rubro son los mariscos. Ustedes están pescando un montón de calamares y langostinos. El 10% de los langostinos que entran a Japón son argentinos. Al igual que el jugo de uva y el mosto, son cosas que pueden aumentar en la producción para poder exportar más. La miel es otro ejemplo, ustedes son terceros productores mundiales de miel, pero para poder entrar a Japón es necesario que la miel no tenga casi color, cosa que ustedes pueden lograr.
El 40% de la exportación argentina es de productos agrícolas, si ese porcentaje aumenta se solucionarían muchos de los problemas económicos.
¿Es muy loco pensar en venderle arroz argentino a Japón?
Exportar arroz no es tan loco, pero la tasa es de 250%. Se puede, pero es inviable.
¿Cuál es su lugar favorito de Argentina?
Me encanta Buenos Aires y también Bariloche.
Gracias embajador.
Por Iván Ordóñez y Juan Carlos Grasa
Fuente: Horizonte A