La reciente sequía en Argentina impulsará una caída de las exportaciones del país, lo que afectará negativamente la economía y las cuentas fiscales del Gobierno, según asegura la calificadora Moodys Investors Service en su último informe. Esta sequía, la peor registrada en las últimas décadas, ha afectado significativamente las cosechas más grandes de Argentina y limitado los ingresos de algunas compañías de la agroindustria.
"Argentina es uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo, pero este año producirá mucho menos maíz y soja, uno de sus principales cultivos de exportación, en comparación con el año pasado", dice el analista de Moodys Gabriel Torres. "La caída de la producción agrícola está generando un efecto dominó en todo el país, ya que gran parte de la economía depende de una forma u otra de la agricultura".
La producción agrícola representa alrededor del 6% de la producción económica de Argentina, aunque es un importante impulsor de un crecimiento económico más amplio, ya que incentiva la demanda de otros bienes y servicios tales como el transporte, la maquinaria agrícola y el procesamiento de alimentos, dice Torres. Para Moodys, el impacto de la sequía en el PBI será de 0,5% este año, al mismo tiempo que se reducen los impuestos de exportación y los ingresos por impuestos federales. Moody’s redujo el miércoles la estimación de crecimiento del país de 3% a 1,5% para 2018.
Los efectos de la sequía serán más evidentes en el sector de los agronegocios, con una reducción significativa en la producción, la comercialización y la exportación de commodities clave, incluyendo la harina y el aceite de soja, los que disminuirán las ganancias de productores, comerciantes y exportadores de alimentos. Para los bancos y las compañías de seguros de Argentina, los efectos estarán mayormente contenidos, a pesar de estar expuestos a este sector.
"Si bien la sequía ha reducido considerablemente el volumen de la cosecha, la exposición de los bancos argentinos al sector agrícola se limita a aproximadamente el 9% de la totalidad de préstamos del sistema bancario local", agrega Torres. "Por lo tanto, prevemos que el impacto en la calidad de activos general de los bancos estará contenido".
Por otra parte, la sequía tendrá solo un impacto marginal en las aseguradoras de Argentina, ya que la mayor parte de las coberturas adquiridas por los agricultores proporciona protección contra granizo, pero no contra sequía. No obstante, una cosecha más reducida representará una dificultad para que algunos agricultores puedan pagar sus primas de seguro, y reducirá el nivel de ingresos de las aseguradoras con presencia en el ramo agro.