Sin embargo, no solo cayó tarde, sino que lo hizo de golpe y en gran cantidad, arruinando parte de la soja que se mantenía en pie. En muchos casos, este fenómeno provocó un deterioro de la calidad.
No obstante, la pérdida de calidad de la cosecha es variable y no se presenta en todos los casos. Por eso, recomendamos a los productores estar muy atentos a la hora de defender el valor de los granos a entregar. Para ello, aconsejamos tomar las siguientes precauciones:
Estar seguros de que les van a recibir la mercadería. Observarla bien y si el grano presenta cierta pérdida de calidad, dar aviso al lugar de entrega, para asegurarse de que la soja será recibida.
A simple vista no se puede determinar el porcentaje de daño. Por lo tanto, recomendamos solicitar que se envíe el grano a análisis. En caso de que el acopio o la industria hagan un análisis propio, también se puede pedir el envío de una muestra lacrada a la cámara arbitral, con el fin de contar con una voz imparcial. Hemos detectado diferencias muy grandes entre porcentajes de daño determinados al visteo o por determinación analítica.
Más que nunca, los productores tenemos que estar atentos, para evitar que se hagan descuentos injustificados por la cosecha, agravando aún más la situación que está viviendo el campo como consecuencia de la sequía, primero, y del exceso de lluvia, después.
Fuente: SRA