Las transacciones se en el mercado de la soja siguen afectadas por las lluvias y por la incertidumbre que provoca la inestabilidad del tipo de cambio.
Respecto al primer problema, vale destacar la situación de los caminos rurales, en pésimo estado, para el transporte de los granos. Y las dificultades por falta de piso para terminar la cosecha de soja de segunda.
En cuanto al segundo punto, no debería llamar la atención la dificultad que tiene un productor agrícola para decidir, frente al cuadro internacional y, fundamentalmente, frente al mercado cambiario.
En definitiva hoy lunes el peso siguió depreciándose y así el dólar llegó a más de $25.
La cuestión cambiaria explica en gran parte la suba abrupta del precio de la soja en el mercado local.
Pero también hay razones para tal alza que proceden del exterior.
En cuanto al mercado internacional, el análisis debe focalizarse en los fondos.
A juzgar por su comportamiento reciente, los fondos en Chicago estarían apostando a un alza en el precio de la harina y a una baja en el del aceite de soja.
A comienzos de mayo los fondos mantenían una posición comprada neta récord respecto a la harina de soja y una posición vendida neta récord al aceite de soja, en el mercado de Chicago.
La posición comprada en harina de soja habría empezado con la sequía y se acentuó con las lluvias cuantiosas durante del otoño argentinos.
La posición vendida en aceite provendría de la débil actividad de la industria del crushing en EE.UU.
En cuantos a los factores externos a la producción de soja, merece destacarse lo que está pasando con el petróleo. Ustedes dirán: y… ¿qué tiene que ver esto con la soja?
Las evidencias son claras: el incremento del uso de biocombustibles ha generado una nueva relación entre el precio del petróleo y las cotizaciones de los granos, especialmente en la soja y el maíz. La historia de precios lo muestra de forma contundente.
Con las tensiones en Medio Oriente, fundamentalmente por la decisión de Donald Trump de retirar a EE.UU. del acuerdo nuclear iraní, ha provocado un ascenso continuado está empujando al alza al precio del petróleo.
Respecto del año 2016, el aumento es de un 45%.
El gráfico muestra la suba a lo largo de este año, y la acentuación de ésta en mayo.
En principio, éste sería un elemento de suba para las cotizaciones de los granos.
Por otro lado, la tasa de interés en EE.UU. según lo dispuesto por la Reserva Federal ha continuado en suba. Ahora, la deuda a 10 años de EE.UU. se aproxima al 3%. En consecuencia, ha llegado el diferencial entre el bono estadounidense y el alemán al nivel más alto en 29 años.
Por tal razón, el dólar respecto a las restantes monedas a lo largo de este mes ha estado casi continuamente en suba.
Y, como sabemos, un dólar en suba es, en principio, una presión a la baja en los precios internacionales de los granos.
A todo esto, debe sumarse la posibilidad cada vez más concreta de que se llegue a un acuerdo en el conflicto entre EE.UU. y China sobre los aranceles.
Los principales factores para la mejora de valores internacionales, que en el día de hoy habría llegado a cerca de un 7%, vienen de la mano del precio del petróleo y de la posible resolución del conficto entre ambos citados países.
Hoy por hoy, están a favor la mejora del tipo de cambio y el mercado internacional.