A pesar de la sequía y de una proyección de cosecha de granos gruesos que ya anticipa una producción total un 20% inferior a la campaña pasada, según los datos difundidos por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (principalmente con caídas en la producción de soja, que tuvo una caída en volumen de 17,5 millones de toneladas y fue la peor cosecha en una década), la actividad en el mercado inmobiliario rural creció. Y lo hizo con una suba del 15% revelado en el mes de marzo, en comparación con igual período de 2017.
Así lo informó el último índice de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (índice InCair), que marcó 41,50 puntos sobre una base de 97,5 puntos. "En marzo pasado se registró una leve suba con respecto al mes anterior a pesar de la sequía y de la escasa rentabilidad del sector", indicó el informe que precisó que durante el mes anterior (en febrero) el registro había marcado 39,67 puntos, por lo que la suba intermensual terminó siendo de 1,83 puntos.
El Presidente de la Cámara, Javier Christensen, destacó que las elevadas tasas financieras continúan desviando el flujo de fondos necesarios para la reactivación en el mercado inmobiliario rural.
En este sentido agregó que "es de esperar que una posible alteración o menor confianza en los mercados financieros beneficien las inversiones en tierras rurales como reserva de valor".
También el directivo destacó que aguardan a que mejoren las condiciones climáticas, políticas y económicas "que den fin a un largo ciclo de estancamiento en el sector de la compraventa de campos".
El índice elaborado por la entidad es de elaboración ininterrumpida desde hace cinco años, y refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en todo el territorio nacional. Ya en febrero se había constatado una suba en los registros de actividad inmobiliaria en los campos, ya que en dicho mes el índice había subido un 9,22% interanual, hasta llegar a los 39,67 puntos.
El reporte en esa fecha había advertido que "la normalización en el ingreso de nuevos campos a la venta sumado a la percepción de que el segundo semestre podría ser mejor, crean la base para que en la medida que los valores se ajusten a la demanda, la actividad mantendrá una clara aunque lenta recuperación".
En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas (NA), Christensen afirmó que "el campo es así: pasamos de la inundación a la sequía; esperemos que este año no se repita y que estas lluvias ayuden a la parte forrajera y ganadera que lo necesitan".
Además agregó que "somos optimistas de que en el segundo semestre se reactive aún más", una vez que las actividades productivas se restablezcan de la mano de un mejor clima. También contó que la situación era distintas en años anteriores como hasta el 2011, donde el índice InCair llegó a 97 puntos máximos de actividad.
Fuente: Diario El Cronista Comercial