Los árboles frutales son una opción que muchas personas eligen para cultivar su propia fruta o adornar sus casas. Estos árboles son muy especiales, porque durante años pueden producir alimentos que son fuente de minerales y vitaminas.
Quienes poseen estos árboles deben saber que existen determinadas plagas que no solo pueden afectar a sus frutales, sino también el estatus sanitario de regiones protegidas contra la mosca de los frutos.
La mosca de los frutos es considerada una de las plagas de mayor importancia económica para la producción frutihortícola de la Argentina debido a los daños que produce en la fruta y a las mermas asociadas.
El Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (PROCEM) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tiene como objetivo principal la reducción del impacto socioeconómico ocasionado por esta plaga.
Los controles que realiza este Programa son esenciales, pero también lo es la colaboración de los ciudadanos en el cuidado de sus frutales contra esta plaga. Particularmente, de aquellos que residen en la Región Patagónica y en las provincias de Mendoza, San Juan ya que estas son las áreas protegidas bajo el Programa Nacional. Una de las formas en que los ciudadanos pueden colaborar es a través de la recolección de los frutos caídos y aquellos que no van a consumir.
Estos deben ser enterrados a una profundidad no menor a 30 centímetros o colocarlos en recipientes resistentes y cerrados para su posterior traslado a un sitio apropiado para su destrucción.
Además, otra forma sencilla de prevención consiste en colgar botellas con vinagre de manzana o de vino en sus frutales y así controlar los adultos de mosca de los frutos.
Durante el 2017, en el marco del PROCEM, se destruyeron 535 toneladas de fruta a través de esta práctica.
El Senasa promueve que las personas cuiden sus frutales y colaboren con los controles oficiales para reducir las pérdidas de frutas, mejorar la sanidad y la inocuidad de los alimentos, aumentar la posibilidad de exportar sin tratamientos cuarentenarios y continuar con la apertura de mercados internacionales.