Se pierde en un día, se recupera en muchos años. Uruguay ha entendido eso, y con paciencia ha hecho los deberes necesarios para poder volver exportar carne a Japón, un mercado exigente y que tiene precios tentadores para vender este producto que es un ícono de la producción del país oriental.
La aparición de un brote de fiebre aftosa en 2000 determinó que Japón bajara la barrera a la carne uruguaya. Fueron años duros, cuando Uruguay enfrentó problemas sanitarios importados de países vecinos y el contagio de una crisis financiera que sacudió sus estructuras.
En los últimos días, el Comité de Sanidad Animal del Consejo de Política para Alimentación, Agricultura y Zona Rural de Japón decidió en forma unánime que no hay ningún inconveniente para la importación de carne bovina de Uruguay.
Eso ocurrió tras la reciente visita de una delegación japonesa a Montevideo y luego de finalizar el proceso de evaluación de riesgo sanitario para el ingreso de carne de este país.
Así culminaron con éxito las gestiones que el gobierno de Tabaré Vázquez ha hecho para conseguir luz verde para el ingreso de carne bovina deshuesada y madurada a ese mercado.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Enzo Benech, manifestó su satisfacción por el resultado de esa misión. "A lo largo de todo este proceso, que se inició en 2009, Uruguay defendió su política sanitaria seria y abierta al mundo, lo que permitió llegar a esta fase técnica final para la respectiva habilitación", dijo Benech.
Agregó que "Japón cree en la política sanitaria de Uruguay, porque se demostró que la trazabilidad ganadera individual funciona y que es "un país libre de fiebre aftosa con vacunación".
El proceso fue largo. Lo había comenzado Tabaré Vázquez en 2009, cuando estaba en su primera presidencia, lo que se continuó en el gobierno de José Mujica y en este segundo período de Vázquez.
El embajador japonés en Uruguay, Tatsuhiro Shindo destacó la resolución favorable del Comité especializado, y expresó su satisfacción por esta decisión.
El canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa aprovechó a enviar un mensaje a la bancada del Frente Amplio, el partido oficialista que se niega a votar tratados de comercio.
"Uruguay tiene que trabajar para mejorar las condiciones de acceso de la carne bovina a ese mercado, que exige el pago de un 38,5% de aranceles", destacó el canciller.
Y agregó que "un competidor directo de Uruguay en ese mercado, Australia, cuenta actualmente con un TLC firmado con Japón que le permite un acceso preferencial para su carne vacuna congelada, ya que hoy paga un arancel de 27,2%, porcentaje que caerá a 26,9% desde el próximo 1° de abril y a 19,5% para 2032".
El gobierno uruguayo estima que dentro de tres meses se cumplirán etapas finales y podrá realizarse la primera exportación de carne uruguaya a Japón desde que fueron rechazadas hace 18 años.
Por: Nelson Fernández