Mientras en Buenos Aires esta tarde llegó la lluvia y hubo caída de granizo, los productores de la pampa húmeda siguen esperando por las precipitaciones de manera generalizadas, una posibilidad que, por ahora, continúa sin aparecer en el horizonte.
Hoy, hubo algunas precipitaciones muy aisladas en sectores del norte de Buenos Aires y en Entre Ríos que no dejaron en general más de 10 milímetros. Una marca extremadamente baja cuando el campo requiere que se registren al menos 100 mm, y de manera general, para que se recupere la humedad de los suelos. En rigor, aún con esas lluvias las pérdidas no se frenarían, porque hay lugares donde ya empezó la cosecha con fuertes mermas en los rindes. Solo en sitios muy puntuales, donde los cultivos lograron "colgarse" de la napa, los rendimientos son mejores.
Desde noviembre pasado, cuando se cortaron las lluvias en la pampa húmeda, algunas zonas afrontan una sequía histórica. En 25 de Mayo, por ejemplo, llevan 100 mm desde noviembre último y allí la Sociedad Rural local habla de una de las sequías más fuertes en los últimos 100 años. En rigor, a nivel de la pampa húmeda los registros están por debajo de los promedios de los últimos 44 años. En contraste con lo que ocurre en la pampa húmeda, hay lugares de Salta que acumularon hasta el momento precipitaciones en 80 mm o más que el año pasado.
"En el centro del país nadie reportó más de 10 milímetros (hoy). Fue muy variable. La sequía no se cortó; por ahora son tormentas aisladas", dijo a LA NACION Leonardo De Benedictis, meteorólogo.
En lo que resta del día y mañana podría haber más tormentas, pero también "aisladas" en materia de precipitaciones. El fin de semana, en tanto, podría haber más precipitaciones en el centro este del país.
Para De Benedictis, estas lluvias, no obstante, pueden ser "un principio" de cambio en el panorama actual. "Si se mantiene en el tiempo sería un cambio, si no un alivio temporal", señaló.
En un reciente informe, la Sociedad Rural Argentina (SRA) estimó que por la sequía la cosecha de granos bajará un 17%. "Mientras que el año pasado se produjeron 125 millones de toneladas, este año se llegaría a 104 millones", señaló.
Además, la venta externa de granos y derivados "sería 4402 millones de dólares más baja que en la campaña anterior".
"Por el menor volumen de granos, se estima que habrá 1,1 millón de viajes de camión menos que en la campaña anterior y que caerá el trabajo de acopiadores, cooperativas e industrias procesadoras. Como el 80% de los gastos que realiza el productor se hacen en la localidad donde está su campo, bajará también la demanda en los comercios y servicios de la zona, como albañilería, plomería, ferretería", señaló la entidad.