Si bien no es sencillo afirmar que Chicago refleja con exactitud las cotizaciones que se compadecen con el cuadro de situación de oferta y demanda de cada momento, se puede ensayar una explicación. Todo pareciera indicar que ese mercado ha procesado durante febrero las cuestiones más relevantes con efecto sobre los precios.
En el caso de la soja , el detonante que generó las fuertes alzas verificadas fue -sin duda alguna- la sequía en la pampa húmeda argentina. Luego, los fondos de inversión hicieron su trabajo y exacerbaron las subas al pasar de una posición vendida de casi 20 millones de toneladas a una comprada actual del orden de los 15 millones.
En el caso del trigo , las mejoras en las cotizaciones se vinculan con la fuerte sequía que afecta al área de las variedades de invierno en EE.UU. (y al movimiento de los fondos también). Por último, y según los comentarios generalizados de los operadores, las alzas en maíz estarían relacionadas con el llamado "efecto contagio" y algo del "efecto Argentina" (con los fondos también dando vuelta sus apuestas). En síntesis, los tres productos tuvieron sus razones para escalar posiciones en materia de precios durante febrero.
Ahora, ya en marzo, la descripción del cuadro de situación es la siguiente. Los fondos especulativos de inversión se encuentran comprados y la pregunta del millón es si las pérdidas en nuestro país (tanto en soja como en maíz) se encuentran bien valoradas por Chicago. Un dato para atender en soja es que, suponiendo que en nuestras pampas la cosecha experimente una reducción de 12 a 15 millones de toneladas respecto de lo originalmente previsto, ello sólo representa algo así como el 4% de la producción mundial.
Si Brasil compensa en parte con una mayor cosecha, la pregunta es: ¿se justifica la suba de 40/50 dólares por tonelada que muestra Chicago? La respuesta no es sencilla, pero no debe olvidarse que la Argentina representa más del 45% de las exportaciones globales de harina de soja y casi el 50% de las de aceite de soja.
Mientras tanto, el USDA publicó anteayer su tradicional reporte mensual y recortó la cosecha argentina de soja de 54 a 47 millones de toneladas (teniendo en cuenta los antecedentes del organismo, el recorte superó las expectativas, aunque la realidad permita suponer que finalmente será mayor). En definitiva, la plaza se fue preparando y dio su veredicto entre jueves y viernes. La "foto" está.
Así las cosas, Chicago "pretende" dar vuelta una página (la correcta ponderación del significativo aporte sudamericano) y se prepara para ingresar en el tradicional weather market estadounidense (mercado climático) en el período abril/agosto. Con los fondos ya comprados y con la producción sudamericana golpeada, comienza el "baile" de todos los años para esta época, con días de bajas y otros de alzas, al compás de las opiniones de los climatólogos para el cinturón sojero/maicero estadounidense en el período señalado. La asignación de superficies que finalmente harán los farmers intentará ser estimada por el USDA en su reporte del próximo 29 del actual, en un contexto en el que el grueso de los operadores opina a favor de un aumento del área sojera a expensas de la maicera. Este es el planteo al día de hoy y el mundo comienza a palpitar el balance de oferta y demanda de cada producto para el ciclo 2018/2019, dando por casi finalizado el del ciclo 2017/2018.
Nuestra opinión: ¿Es correcto el planteo? Creemos que no. El mercado granario hace rato que dejó de ser un problema de oferta y demanda para transformarse en una cuestión geopolítica. Y la responsabilidad es de China. El gigante asiático no sólo importa casi 100 millones de toneladas de soja por año, sino que también importa 30 millones de toneladas de otros productos tradicionales de la agricultura (además de cebada y sorgo, últimamente también trigo, maíz, colza y arroz).
Para el corto plazo, algunos comentarios taquigráficos. La plaza maicera pareciera tener argumentos más sólidos que la sojera para justificar posibles alzas adicionales en las cotizaciones. Baja de área, caída en la producción y seguramente mayor consumo forrajero interno en la Argentina. Baja de área y menor potencial de rindes por fecha de siembra en los maíces de segunda en Brasil (la famosa "safrinha"). Probable menor área en EE.UU. para el forrajero y un inicio de las tareas de siembra con perfiles de humedad lejos de los ideales. Nos gusta el escenario de precios del maíz. En trigo local, ratificamos nuestros anteriores mensajes. Plaza en llamas y recién estamos a principios de marzo. A Brasil "se le escapó la tortuga" y atención con el abastecimiento interno.