“El costo de alimentar es altísimo. Los costos de producción se dispararon, sobre todo para el rubro de alimentación y energía. Hoy hay un maíz arriba de los 3600 pesos y la soja arriba de los 6 mil, con lo cual arrastra el spéler y el valor de los arrendamientos. El silaje que hicimos fue bastante malo y hoy el animal está viviendo de una alimentación que es en base de suplementación”.
Sobre los precios, el productor dijo que “no va a faltar el que diga que escasea la leche y por eso aumenta la leche en la góndola. Digamos que con estos precios, sin aumentar en la góndola, podrían transferirnos algo de recursos a la producción primaria porque hoy el número no está cerrando. Estas volviendo a transferir recursos al sector industrial y comercial”.
El mes de febrero fue clave para dar el estado de alerta agrícola en las zonas más productivas del país con una sequía que está golpeando, y que tuvo como consecuencia la suba de precios de granos y grandes firmas comenzaron a reducir su producción de alimento animal.
Otro dato a tener en cuenta es el promedio mensual del tipo de cambio en los meses de enero y febrero de 2018 se ubicó en 19,0 y 19,8 $/u$s respectivamente, lo que implica que los componentes dolarizados continuaron impactando en la rentabilidad de las empresas tamberas en el comienzo de año.
Fuente: Infortambo