Pensar en los fondos de inversión como actores que suelen equivocarse o cometer errores estratégicos en mercados financieros pareciera un oxímoron -si es que el término les cabe- o una contradicción. Sin embargo, hay algunas veces en que los fondos "pifian", por lo menos en cuanto a timing. Lo ocurrido con el mercado de la soja desde fines del año pasado hasta el presente bien podría ser uno de esos momentos en que los movimientos efectivizados por estos actores en el mercado de Chicago parecieran erráticos o poco comprensibles.
Con una nueva cosecha récord en los Estados Unidos ingresando durante octubre y noviembre del año pasado, lo lógico en ese momento hubiese sido encontrar los fondos con una clara posición vendida, descontando las posibles caídas de precios por presión estacional de la cosecha. Más aún si esta es la más grande de toda la historia. No obstante, ello no ocurrió.
Si bien la posición osciló entre levemente comprada y vendida en ambos meses, la neutralidad pareciera ser el término justo para definir la posición de estos especuladores profesionales en ese período. Sin embargo, lo más interesante no terminó ahí. De hecho, lo más interesante comenzó con el mercado climático sudamericano.
Sabido es que durante los meses de enero y febrero se define la cosecha gruesa por estos lares. Y, como habitualmente ocurre, tanto el mercado de Chicago como la plaza local se cargan de expectativas mientras la cosecha se define. Todo el esfuerzo del año se resume ahí, en ese preciso momento, donde un par de semanas sin lluvias o días con altas temperaturas podrían reducir drásticamente los rendi mientos potenciales. Es en ese período de tiempo cuando la volatilidad se incrementa y las cotizaciones suelen mostrar presiones alcistas derivadas de un posible problema climático. Todo tiende a la normalidad, luego de que ese período haya pasado sin sobresaltos.
Para mediados de enero del presente año, los fondos ostentaban una posición "sobrevendida" de casi 19 millones de toneladas. Raro, por dos razones: la primera tiene que ver con lo antedicho. En un momento en donde se están definiendo los componentes del rinde de los cultivos en Sudamérica resulta al menos temerario "jugarse" a todo o nada a que las cosas van a salir bien, productivamente hablando. Y la segunda razón tiene que ver con la magnitud. Para aquellos que no estén tan familiarizados con los volúmenes de operaciones de estos profesionales, 19 millones de toneladas en "sobreventas" resulta ser la segunda posición más vendida desde que dichos actores operan soja en Chicago.
Resultado incierto
El "fiel" de la balanza todavía está en movimiento. El clima, como siempre, dirá la última palabra, sabiendo que una buena parte del trayecto ya está definido. Pareciera que los fondos se apuraron a descontar una excelente producción en nuestra región, con la sola confirmación de que la cosecha en Brasil venía muy bien. Se apuraron y se equivocaron.
Lamentablemente los que sufren la sequía son los productores locales. Esperemos que este yerro de los fondos les siga dando espacio para que puedan continuar comprando. Solo para tener en cuenta, desde esa posición "vendida" casi récord a mediados de enero, hoy estos actores se encuentran "comprados" en 1,5 millones de toneladas. Para seguir con atención.