Durante el transcurso del primer mes del año, las precipitaciones escasas que habían afectado principalmente a gran parte de BA y LP durante diciembre, lejos de recuperarse, ganaron extensión sobre la franja central y solo algunos corredores lograron acumular precipitaciones que se enmarcan dentro de valores normales. Por otra parte en el norte del país se concentraron las lluvias más abundantes y de mayor cobertura, incluso con algunos records en áreas reducidas de la provincia de Chaco.
Dentro del ámbito de la región pampeana, las lluvias se presentaron con buena frecuencia, sin embargo predominaron los eventos de volumen modesto, lo cual ya al cierre de la primera quincena del mes, presentaba un fuerte condicionante para lograr un comportamiento normal.
Algunos eventos dejaron lluvias más importantes en zonas que van desde el este de SL hasta el noroeste de BA. Dentro de este corredor se han registrado áreas reducidas con tormentas de altos milimetrajes, que no son representativas a nivel zonal. Con menos volumen, la costa bonaerense también se vio favorecida. Sin embargo, a gran escala han predominado claramente las deficiencias pluviales.
Gran parte de la provincia de ER, sectores inconexos de SF, LP y buen aparte de BA no han encontrado ningún auxilio en las lluvias de enero para combatir la sequía.
La contracara del comportamiento pluvial de la región pampeana se dio en el norte del país. Han habido eventos muy destacados en Tucumán, Tartagal y Sáenz Peña, los cuales encabezan como máximos pluviales las abundantes lluvias que se concretaron en toda la región. Debemos destacar que sobre el NOA las precipitaciones tuvieron mayor continuidad, mientras que en el NEA, las mismas fueron más concentradas en la segunda quincena. En el Chaco, los primeros días de la segunda quincena comenzaron a dejar precipitaciones que ganaron continuidad por casi diez días. Dentro de este periodo de tiempo hubo localidades o corredores, principalmente en el centro de Chaco, donde los acumulados de lluvia fueron record. En Presidencia Roque Sáenz Peña, por ejemplo, la suma del mes de enero superó los 430 milímetros, registro record para este mes desde el inicio de la serie en 1961y que triplica el valor normal del mes. Se destaca que más del cincuenta por ciento de este acumulado (234 mm), se concretó en un solo día (19/1), lo cual también representa un record. Sin embargo, debemos aclarar, que el comportamiento de las precipitaciones en Sáenz Peña, no fue generalizado. Hubo un corredor con lluvias muy destacadas a lo largo de la ruta que une la capital provincial con la ciudad de Sáenz Peña, con una marcada disminución en la oferta de agua hacia el sur y en general más generosa hacia el norte. Por sectores se lograron lluvias normales, pero otras zonas quedaron sin recibir el suministro pluvial adecuado. Esto también sucedió en el este santiagueño. Hacia el norte santafesino las precipitaciones fueron decididamente más pobres. Esto ha generado un contexto muy dispar.
Tratando de ver cómo sigue la situación actual, vemos que el fenómeno de La Niña no ha experimentado modificaciones sustanciales. Básicamente el enfriamiento ha logrado persistencia, pero no intensidad. Los valores de anomalía no han superado la categoría de evento débil. En el mapa puede observarse la presencia del corredor frío a lo largo de la línea ecuatorial.
A la hora de justificar el escenario pluvial deficitario que predomina en buena parte de la región pampeana, no podemos soslayar la presencia de este fenómeno. No obstante, entendemos que la estructura estable que presenta la atmósfera remite más a la escala regional.
Se presenta como un indicador positivo, la recomposición de la anomalía cálida sobre el litoral uruguayo, aún incipiente sobre las costas brasileñas. Esta anomalía es sensible para gran parte de la franja agrícola del este del país. Con un desplazamiento de la zona de alta presión hacia el océano, podría morigerarse la falta de precipitaciones. No obstante el patrón deficitario instalado parece riguroso y complicado de revertir.
El seguimiento diario de la situación meteorológica mediante imágenes satelitales, ha permitido reconocer, por repetición, la influencia de la zona de alta presión sobre gran parte de la región pampeana. Hemos notado en la segunda parte del mes de enero una fuerte restricción de las tormentas de importancia al norte del país, mientras que el paso de los sistemas frontales en la región pampeana era mayormente visible a través de nubes de escaso desarrollo.
Con este patrón de circulación tan afincado, la campaña parece sesgada por la persistencia de un patrón de lluvias modesto. El mismo puede experimentar mejoras temporarias y sectorizadas, pero difícilmente encuentre en el mediano plazo una evolución que recomponga la situación que se observara hasta principios de octubre.
Esta coyuntura dinámica establece un escenario de mucha cautela en cuanto a la recuperación de las precipitaciones.