En su periplo europeo por Rusia, Suiza y Francia, en búsqueda de inversiones y de acuerdo comerciales parar el país, la delegación argentina encabezada por el presidente de la Nación Mauricio Macri recibió de manera directa el interés por la maquinaria agrícola argentina.
La maquinaria brasileña tiñó de rojo a la balanza comercial
La maquinaria brasileña tiñó de rojo a la balanza comercial
En 2017, el déficit comercial con el vecino país alcanzó los U$S 8.600 millones. Tractores y cosechadoras contribuyeron a esa cifra histórica.
Fue durante la estadía en Rusia, donde la comitiva del Ministerio de Agroindustria, liderada por el ministro Luis Miguel Etchevehere, mantuvo un encuentro con su par ruso Alexander Tkachev.
Allí, los funcionarios y productores del país europeo mostraron su intención por promover en ese país, uno de los rubros que muestra el mayor crecimiento agrícola en los últimos años, el uso del silobolsa y de la tecnología de siembra directa.
Si bien ya hay empresas de maquinaria agrícola nacional que exportan embolsadoras y extractoras a territorio ruso, la intención del Gobierno de Vladimir Putin es aumentar el flujo comercial.
Necesidad
Rusia conforma desde el 1 de enero de 2015 una unión aduanera junto a Armenia, Belarús, Kazajistán y Kirguistán, con los que está en proceso de armonizar su normativa de comercio exterior.
Ante el interés exhibido por Rusia, ambos ministros de Agricultura acordaron una nueva reunión en los próximos días, cuando empresarios argentinos visiten ese país.
La agricultura rusa se ha modernizado en los últimos 10 años debido al interés de inversores en el sector del cereal, en el que Rusia presenta un potencial exportador evidente. Precisamente, en 2017 alcanzó una producción récord de trigo.
Dentro de este escenario de expansión, la agricultura rusa necesita un aumento en el volumen de almacenamiento de tres a cinco millones de toneladas para dar cabida a toda su producción agrícola. De ahí el interés por el silobolsa y su tecnología.
No obstante, la capacidad de inversión del productor ruso no está muy desarrollada, a tal punto que las erogaciones en bienes de capital fijo en el sector agrícola representa solo el 3,3% de la inversión total del sector.
Aproximadamente el 43% de la inversión se destina a edificaciones para instalaciones productivas y 36,4% en equipos y tecnología.
Alrededor de 49% de la inversión procede de los recursos propios. En general, el sector agrícola ruso presenta índices de inversión y de productividad bajos. El subsector más moderno es el del cereal, destinado a exportación.
Por Alejandro Rollán
Fuente: Maquinac