Según sea la próxima cosecha, sobre todo de soja, será la entrada de divisas a la cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
Muy simplificadamente, poca cosecha, pocos dólares. Por ende ellos tenderán a la suba. Mucha cosecha, muchos dólares. Por ende ellos tenderán a la baja.
Y la magnitud de la cosecha dependerá de lo que suceda en los próximos días.
La escasez de lluvias es alarmante y, en casos puntuales, resulta terminal para la producción. La zona núcleo, también, sufre sobre todo la parte sur de ésta.
El punto es ¿qué pasará si el volumen de la cosecha argentina es menor al esperado?
La probabilidad de que sea menor aumenta día a día.
Por ello, corre por los campos un racional miedo.
Tal miedo ya ha llegado a las mesas de los operadores internacionales, pese a lo que haya expresado el USDA.
Los pronósticos coinciden en que La Niña se ha instalado en el país. Se diceque este fenómeno permanecería por el resto de la campaña.
El miedo a que la producción argentina y, en suma, sudamericana sea más reducida por la seca que impera no sólo en nuestro país sino también en Brasil, está activando los valores hacia el alza.
La zona núcleo, como dijimos, no se encuentre en el mejor de los mundos. Para nada.
El norte de la provincia de Buenos Aires, particularmente, está sufriendo la falta de humedad. El domingo hubo algunas lluvias pero muy puntuales y de escasa magnitud.
Quedó mejor parada la zona del central de Santa Fe y la del centro-oeste de Córdoba.
Febrero, en consecuencia, sería muy seco. Este mes es el período de definición en la mayor parte de la superficie del país. Es cuando los cultivos de soja producen las vainas, para luego proceder al llenado de granos.
Focalicemos nuestra atención en la soja de Brasil.
Tres estados tienen problemas y ellos abarcan el 60% de la producción del país. Los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goiás tienen a la fecha un considerable déficit de lluvias. Se estima que debería haber precipitaciones del orden de 60 mm para alcanzar una buena situación.
Paraná es el único estado donde los cuadros de soja se hallan en situación óptima.
Como vemos Sudamérica está poniendo en alerta al mercado de Chicago. Y en consecuencia los valores tienden a mejorar.
Obviamente, si se llega a una “milagrosa” situación de mayor humedad, los mercados cambiarán de humor.