En el arranque del año se paralizó la producción de la harinera de pescado de Puerto Madryn que procesaba los desechos de langostino de las plantas pesqueras de esa ciudad, como también de Rawson y Trelew. Las razones obedecerían a cuestiones comerciales y económicas que habrían tornado inviable, en esas condiciones, el emprendimiento que tenía una dotación de 30 personas trabajando.
Desde el comienzo tuvieron inconvenientes con el pago de salarios, y en determinado momento, el gobierno provincial obligó a las empresas pesqueras a que les bridaran una asistencia económica para descomprimir un conflicto por deudas salariales con el personal.
Se estaba trabajando en harina de langostino y aceite de langostino, elaborándose diferentes pruebas y muestras enviadas a potenciales clientes, pero todo el andamiaje productivo debió paralizarse al no contar con sustento económico para continuar.
Además de quedarse treinta familias sin trabajo, el otro gran problema de fondo es la disposición final de las voluminosas toneladas de residuos que diariamente generan las plantas de procesamiento de pescado.
El proyecto encabezado por los empresarios Carlos Díaz y Rodolfo Pisauri nunca pudo establecerse a pesar de la asistencia técnica y administrativa desde el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Chubut según confirmó su titular, Ignacio Agulleiro.
Los residuos del procesamiento de pescado en las plantas de Puerto Madryn nuevamente comenzaron a enterrarse en los cuencos municipales. Ante el cierre, no se sabe si temporario o definitivo, de Harinas Patagónicas, desde el Ministerio de Ambiente de la provincia buscan alternativas al problema de los desechos pesqueros.
Una de ellas es la producción de compost o abono para la tierra a partir del procesamiento con tierra y bacterias. Una empresa ya está trabajando en los primeros ensayos en un predio de 20 hectáreas cerca de la planta del GIRSU.
Rawson, Trelew y Puerto Madryn habían legislado y acordado prohibir el enterramiento de los desechos pesqueros por los fuertes olores que generan, pero el cierre de la única harinera de pescado en la región ha significado un retroceso en ese camino.
Fuente: Revista Puerto