E l Gobierno decidió dejar sin efecto la ley de Fomento Equino N° 17.711, de 1967, que declaraba a la crianza de caballos de interés nacional y brindaba una serie de beneficios impositivos.

 

De esta manera, tras la publicación en el Boletín Oficial, a partir del 1° de febrero de este año las operaciones con equinos quedarán gravadas con la alícuota general del 21 por ciento del IVA. Se elimina así el tratamiento preferencial que se estableció en la ley por más de cincuenta años.

 

Los caballos destinados a fines deportivos, para trabajos y defensa nacional, excluidos los de pura sangre de carrera, estaban exentos del pago de impuestos nacionales y también de los municipales de la ciudad de Buenos Aires, por los beneficios derivados de esa explotación, como así también los que gravaban las operaciones de comercialización de los productos en su primera venta, siempre que la venta se realizara en el mercado interno.

 

Gustavo Aguerre, presidente de la Asociación Criadores de Caballos Criollos, señaló que la noticia los sorprendió.

 

"En diciembre pasado declararon al caballo criollo caballo nacional y ahora el Gobierno nos sale con esto", afirmó el dirigente.

 

"Nuestra raza está a lo largo y ancho del país, no tenemos casi exportación y las ventas son en su mayoría en el mercado interno; es un grave perjuicio el que se nos presenta", agregó.

 

En tanto, desde la Asociación Criadores de Caballos de Polo, su presidente, Santiago Ballester, dijo que, si bien la eliminación no es beneficiosa para ningún productor de caballos de la raza, afecta más a los productores chicos que no tienen una economía productiva integral.

 

"Lo importante que debiera hacer el Gobierno hoy es destrabar las exportaciones al Mercosur. Son muy complicados hoy los tramites que hay que hacer para llevar caballos a Uruguay", afirmó Ballester.

 

Consultadas por LA NACION, fuentes del Ministerio de Agroindustria de la Nación declinaron hacer comentarios sobre la eliminación de los beneficios que planteaba la ley de 1967.