El uso de tecnologías por parte de los productores, considerando tanto las
tecnologías de insumos como de procesos, registró una fuerte mejora en la última
campaña agrícola.
Así se desprende de un informe del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en base al Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (Retaa), que consideró la situación en los seis principales cultivos del país (soja, trigo, maíz para grano comercial, cebada, sorgo y girasol) y la comparó con lo sucedido en 2014/2015.
Vale recordar que en estos últimos años había cupos para exportar y
retenciones al trigo, el maíz, el girasol y la soja, esta con una tasa del 35%.
En tanto, la campaña 2016/2017 se desarrolló sin trabas al comercio y sin
retenciones para esos productos, salvo para el caso de la soja, que mantiene una
alícuota del 30 por ciento.
Según el informe, se revirtió una tendencia negativa que había en el uso de tecnología. En rigor, hubo un aumento del segmento de alta tecnología, que creció de 29% a 34% entre los ciclos 2014/2015 y 2016/2017. En tanto, hubo una disminución de los planteos de baja tecnología, de 21% a sólo un 9% del área sembrada. Es decir que menos productores aplicaron tecnología baja y se volcaron a la aplicación de tecnologías media o alta.
Por el lado del segmento de tecnología media, se encuentra en un 57% de la
superficie sembrada contra un 51% registrado en el ciclo 2014/2015, según el
relevamiento.
"No sólo hubo una mejora en el uso de los insumos, sino en las tecnologías de procesos, como el manejo por ambientes, el muestreo de suelos y la aplicación variable de insumos", dijo a LA NACION Juan Manuel Brihet, coordinador del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica de la entidad.
Según Brihet, la práctica de la siembra directa, donde no se remueve el suelo, alcanzó el 91% del área sembrada en el ciclo pasado 2016/17, "luego de seis años de caída sostenida, cuando bajó del 94% al 90% de la superficie nacional, entre los ciclos 2010/11 y 2014/15".
Por cultivos, el maíz y la soja se ubicaron primeros en el ranking de adopción de la siembra directa, con un 94 y un 93%, respectivamente, seguidos por el trigo, con un 89%, y la cebada, con un 85%.
Brihet también se detuvo a analizar otras variables vinculadas con las tecnologías de procesos que ayudan al manejo de los productores.
"El manejo por ambientes fue realizado por el 13% de los productores, mientras que el dato anterior era de sólo un 3%", precisó el especialista. Además, según agregó, el muestreo de suelos creció levemente de un 10% a un 13% del total de productores.
Prácticas
Respecto de este último punto, aclaró que la práctica es muy variable según el cultivo y el nivel tecnológico del productor.
Al respecto, ejemplificó: "En cebada, el segmento de alta tecnología tuvo un 51% de productores que hicieron muestreo de suelos, mientras que en trigo de baja tecnología el promedio nacional fue de sólo el 4% de productores".
En cuanto a la aplicación variable de insumos, esto es, que sirve para hacer más eficiente el uso de semillas o fertilizantes, según el relevamiento, en el ciclo agrícola 2016/17 "un 6% de los productores realizó aplicación variable de insumos".
En cambio "no hubo datos significativos sobre la aplicación variable de insumos en la medición anterior", esto es, en el ciclo 2014/2015.
Para Brihet, en las próximas campañas seguiría "la tendencia positiva" hacia el uso de tecnologías en la producción agrícola.
Tendencia positiva
13%
Manejo por ambientes
Es el porcentaje de los productores que aplicó esta tecnología en 2016/2017, contra un 3% en 2014/15.
9%
Cultivos de cobertura
Es el porcentaje de los agricultores que realizó esta práctica para tener el suelo cubierto más allá de los cultivos para cosecha; en la medición anterior había sido el 4%. Además, el uso de muestreo de suelos pasó del 10 al 13% de los productores.