El mercado de soja volvió a mostrar ayer dos caras bien diversas: la
doméstica, con vendedores trabajando contrarreloj para fijarle valor a poco más
de un millón de toneladas antes del cierre del año, y la externa, donde las
cotizaciones de la oleaginosa completaron la sexta rueda bajista consecutiva.
Tras la dinámica rueda del miércoles, donde los compradores elevaron de 4400 a 4500 pesos por tonelada su oferta para la soja entregada sobre las terminales del Gran Rosario y donde los vendedores les pusieron precio a unas 350.000 toneladas, ayer el engranaje se mantuvo en movimiento, aunque a una marcha algo más lenta.
En efecto, motivados por la fuerte devaluación del peso frente al dólar (la
depreciación fue del 1,1%, al pasar la paridad de 17,660 a 17,855), los
vendedores reclamaron ayer $ 4550 por tonelada de soja para seguir cerrando los
contratos "a fijar" que vencen a fin de mes. Sin embargo, el pedido no fue
convalidado por los compradores, que se mantuvieron firmes en su propuesta de $
4500.
"Fue una jornada muy dialogada, pero en la que se impuso la voluntad de la demanda", comentó a LA NACION una fuente del sector comercial y añadió que durante la rueda se fijaron entre 150.000 y 170.000 toneladas de soja a $ 4500. "De haberse alcanzado los $ 4550 reclamados por los vendedores ese volumen habría crecido hasta cerca de 300.000 toneladas", aseguró. Así, en las próximas cinco ruedas restaría ponerle precio a poco menos de un millón de toneladas.
Cabe señalar que aquellos vendedores que no cargan con la urgencia de cerrar los viejos contratos a "fijar", ayer concentraron su gestión comercial en armar estrategias de venta con la inclusión del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde la posición enero cerró con un ajuste de 258 dólares por tonelada, equivalentes a 4606,59 pesos.
En cuanto a la soja de la próxima cosecha para las entregas en mayo sobre el Gran Rosario, las ofertas se mantuvieron estables, en 255 dólares por tonelada. En el Matba, el contrato mayo bajó un dólar y cerró con un precio de 259,50 dólares por tonelada.
Luego de otra jornada adversa, las pizarras de la Bolsa de Chicago reflejaron ayer pérdidas de US$ 1,93 y de 2,03 sobre las posiciones enero y marzo de la soja, cuyos ajustes fueron de 348,61 y de 352,37 dólares por tonelada. En las seis ruedas negativas seguidas estos contratos acumularon mermas del 3,12 y de 3,18% frente a los 359,82 y a los 363,95 dólares vigentes el 13 del actual.
A los factores bajistas persistentes para la soja en Chicago, como las mejores condiciones climáticas para los cultivos en Sudamérica, se sumó la caída del valor del aceite de soja, que para la posición enero pasó de 726,64 a 720,24 dólares por tonelada. Ese retroceso fue la consecuencia del descenso de las cotizaciones en el mercado de Malasia, referente global para los aceites vegetales. Allí, el aceite de palma alcanzó el nivel de reservas más alto en dos años.
Un factor bajista adicional para el complejo sojero estadounidense lo aportó el mercado de las monedas. Ocurre que tanto el peso (como se detalló anteriormente) como el real -la paridad pasó de 3,2945 a 3,3109- perdieron posición frente al dólar y mejoraron la competitividad de las mercaderías exportables de la Argentina y de Brasil, en detrimento de las estadounidenses.
En cuanto a los cereales, el mayor dinamismo lo sigue mostrando el trigo, cuyo valor ayer subió de 2850 a 2900 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario y de 2800 a 2850 pesos para Bahía Blanca. Ese mismo valor fue ofrecido para Necochea, donde no implicó cambios.
El maíz disponible se mantuvo estable, en $ 2550 por tonelada para Bahía Blanca y para el Gran Rosario, y a $ 2500 para Necochea.