A partir de protocolos especiales, certificaciones o alianzas estratégicas, Uruguay sigue apuntando a diferenciar su carne y valorizarla en todos los mercados, porque hace rato que entendió que el camino es la calidad y no el volumen.
El gerente de Calidad de la institución, Ricardo Robaina, adelantó que ya se está trabajando en la implementación de “un protocolo Never Ever para ovinos”, al igual que el que existe para vacunos, avalado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y buscando diferenciar la carne en ese mercado. Este protocolo (Never Ever 3), garantiza que los animales que lo conforman y cuya carne va certificada, nunca recibieron antibióticos, ni promotores de crecimiento, además de que nunca fueron alimentados con productos de origen animal. En Uruguay, todo eso está prohibido por ley.
El Never Ever que se aplicará en la especie ovina garantizará y certificará esos mismos atributos. La certificación regirá para la carne del compartimento ovino, auditado y certificado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, focalizándose en Estados Unidos, donde los cortes ovinos uruguayos ya pueden entrar con hueso.
A nivel de carne bovina, Robaina informó en el marco de una conferencia de prensa de cierre de año, que desde el organismo también se trabaja “en el desarrollo de un alcance nuevo para el programa de carne natural en base a alimentación del ganado, mayoritariamente a pasto, no como antes que era solamente a pasto”.
El cambio de criterio se basa en que la ganadería uruguaya incorporó algún grado de suplementación con granos en alguna parte de la cadena y por eso, “ya no se consiguen animales alimentados exclusivamente a pasto. Se trabaja en un protocolo que maneja el concepto de mayoritariamente, que implica un 80% de la vida del animal alimentado a pasto y el 20% con suplementación”.
A su vez, el presidente de INAC, Federico Stanham, destacó que están adelantados algunos estudios de mercado.
“Se está por terminar un primer estudio de hábitos de consumo, de comportamiento o preferencia de los consumidores en China”, destino que está representando el 50% de la exportación de carne bovina. “El trabajo permitirá un mejor posicionamiento de las carnes uruguayas en ese mercado”, afirmó Stanham.
En China también se hicieron algunas acciones puntuales a nivel de consumidor final, con alianzas. “Hay tres ejemplos: uno en la zona sur de China, con una población muy importante, donde hay un distribuidor que es cliente de la mayor parte de los exportadores de Uruguay. Es un proyecto de desarrollo de food service”. Se busca “desarrollar la atención de los miles de puntos de venta que significan los restaurantes. Tuvimos un primer año exitoso. Se analiza cómo seguir adelante en 2018”.
Dijo que hay en agenda hacer algo similar para Estados Unidos y Unión Europea, básicamente en países como Alemania, portal de entrada para la carne uruguaya a la UE. “En la zona norte de Italia se hizo algo parecido con una cadena de parrillas a la vera de las carreteras, pero también buscamos posicionar a la carne uruguaya frente a los consumidores que transitan por las rutas”, explicó el titular de INAC.