En los sistemas agrícolas, además de evitar la competencia entre las malezas y el cultivo, es fundamental impedir que éstas aporten semillas nuevas al suelo, por lo cual es indispensable controlarlas para evitar que lleguen a estadíos reproductivos. Para lograrlo, además del uso de herbicidas, se recomienda considerar otras prácticas de manejo como la elección de la fecha de siembra en función de los flujos de emergencia de las malezas, la densidad y el espaciamiento entre líneas y la rotación de cultivos. Estas prácticas permiten interrumpir o modificar el ciclo de vida de las malezas y que se utilicen herbicidas con diferentes modos de acción, lo que evita la aparición de genotipos resistentes. Finalmente, conviene resaltar la importancia que tiene realizar un exhaustivo monitoreo de los lotes para identificar las plagas presentes, conocer su biología, flujos de emergencia, distribución y demás información que contribuyan a la toma de mejores decisiones.
Con respecto a los herbicidas, está comprobada la eficacia de control que demuestran los tratamientos realizados en pre-emergencia de malezas y cultivos, motivo por el cual se ve como aumenta su implementación en las últimas campañas. Pero estas herramientas no bastan por sí solas, ya que en situaciones como en los períodos de elevadas precipitaciones, donde el principio activo es susceptible de ser lixiviado hacía las profundidades, se corre el riesgo de que no quede disponible en los primeros centímetros del suelo (donde se encuentra la mayor cantidad de semillas de las malezas a controlar), el tiempo suficiente ni en la cantidad recomendada. En estas situaciones, tanto la residualidad como la eficacia de control de los tratamientos no serán lo suficientemente óptimas para mantener al cultivo libre de malezas. La situación se agrava cuando esos nacimientos coinciden con los primeros estadíos del cultivo, el momento de mayor sensibilidad en cuanto a competencia, lo que afecta seriamente el rendimiento. Inevitablemente, para estas situaciones debemos recurrir al uso de herbicidas de aplicación en post-emergencia del cultivo, para evitar el crecimiento de las malezas y fundamentalmente impedir que continúen aportando semillas al suelo.
Para estas situaciones, Rotam® posee a TEKOVE® (Mesotrione 48 SC), un herbicida sistémico residual y selectivo para maíz, especialmente recomendado para el control en post-emergencia temprana de malezas latifoliadas y algunas gramíneas. TEKOVE® actúa bloqueando la enzima HPPD, irrumpiendo la formación de pigmentos carotenoides, produciendo decoloración en hojas, y posterior necrosis y muerte de plantas de malezas. El uso de TEKOVE® con Atrazina, demuestran excelentes niveles de control, fundamentalmente en lotes con Yuyo Colorado.
Este tipo de herramientas resulta muy efectiva y posee ciertas ventajas frente al uso de herbicidas hormonales en post-emergencia del maíz que, bajo determinadas circunstancias, pueden generar fitotoxicidad en los cultivos. Esta se manifiesta como malformación de hojas, encorvamiento de plantas, tallos quebradizos y/o malformación de raíces adventicias, lo que afecta severamente la estabilidad de las plantas, pudiendo causar importantes pérdidas a cosecha. Esto último es sumamente importante, en especial en maíces con fechas de siembra tardías, dado el tiempo que el cultivo permanece en el campo y pueda ser cosechado.
PRIMERO® (Nicosulfuron 75 WG) es otra herramienta de ROTAM®, también selectiva para el cultivo de maíz. PRIMERO®, pertenece al grupo de las sulfonilureas y está indicado para el control de gramíneas anuales como Capín, Pasto Cuaresma y Sorgo de Alepo resistente a glifosato.
La combinación de ambas herramientas, PRIMERO® más TEKOVE® resulta una opción
muy eficaz para el control de malezas difíciles como Yuyo Colorado o Sorgo de
Alepo resistente a glifosato, brindando un excelente nivel de control y sin
efectos negativos sobre el cultivo, lo que le permite desarrollarse libre de
malezas y reduciendo su abundancia.
ROTAM® es una compañía multinacional con base de operaciones en Hong Kong, establecida desde hace más de diez años en la Argentina. Cuenta con un equipo técnico y comercial que trabaja día a día en la búsqueda de nuevas soluciones para los problemas de los productores del campo argentino.