Las lluvias en el centro norte de Santa Fe el día 27 de noviembre, las ocurridas en el sureste de Córdoba del 30 de noviembre y, finalmente, en la zona núcleo (con epicentro en Pergamino y Salto (Buenos Aires) y Constitución (Santa Fe) de los días 2 y 3 de diciembre cayeron como anillo al dedo.
La zona sur de la provincia de Buenos Aires se encuentra en mejores condiciones.
Hasta esos días la situación empezaba a tomar un cariz complejo.
Pese a ello, los valores de la soja en Rosario no aflojaron. Por el contrario, se afirmaron.
Así, la soja disponible ha logrado superar el nivel de $4.600.- Y los negocios se han multiplicado en los últimos 3 días hábiles. En el mercado internacional, los valores siguen firmes.
De esta forma, el panorama ha pegado un giro de 180° para la producción de soja en la Argentina. Pero sólo en el cortísimo plazo.
Por ello, como consecuencia de las precipitaciones no sólo en nuestro país sino también en Brasil se aplacó la tendencia a la suba.
Con el agua caída, muy probablemente, en la próxima semana, las proyecciones para la cosecha 2017/2018 de soja en Brasil aumentarán. Al menos, por ahora.
Sin embargo, no se nota un cambio de tendencia, es decir hacia la baja. Y ello es curioso dada la abundante cosecha de EE.UU.
¿Por qué razón?
Si bien la respuesta no es fácil, es posible ensayar algunas explicaciones.
En primer lugar, hay que tomar en cuenta el temor del mercado a que la Niña ingrese en la actividad productiva de América del Sur. La amenaza está, y no es ningún delirio de los pronosticadores.
De hecho, sólo algunas regiones de la zona núcleo recibieron lluvias abundantes. Ahí se destaca Rojas con cerca de 45 y una gran franja que logró superar el nivel de 30 mm mm, en el noreste de Buenos Aires que se extendió hasta Río Paraná e ingresó en el extremo del sur de Santa Fe.
Según los especialistas, la mayor parte de la zona recibió lluvias por un volumen menor a 10 mm.
En consecuencia, el clima se mantiene como una espada de Damocles.
Para este verano, según los pronósticos, en el sur del Brasil, en la Región Oriental de Paraguay, el este de la Región del Chaco, en la Mesopotamia, y en la mayor parte de la Región Pampeana y Uruguay, las lluvias serán de menor magnitud que lo usual. Pero, a consecuencia del calentamiento del Océano Atlántico es posible que tal situación quede visiblemente amenguada.
De acuerdo a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) la posibilidad de que se efectivice va del 65 a 75% para diciembre y enero. La preocupación no es menor por cuanto ambos meses son decisivos para los rindes unitarios.
La sombra de La Niña sigue en pie, amenaza la actitud de los traders en cada operación que realizan.
Vale reproducir lo que expresa el INTA, en su informe del día de hoy: “Se esperan lluvias por debajo de lo normal para esta época del año sobre la región Pampeana (norte y oeste), NEA (norte y sur) y Patagonia, e incluso en algunas áreas ausencia de las mismas. La falta de lluvias o los valores inferiores a los normales de la época en algunas áreas, podrían continuar siendo un inconveniente para las labores de siembra y los cultivos implantados en el área núcleo” (Pronóstico para la semana del 4 al 11 de diciembre de 2017, según el modelo GFS).
Respecto a Chicago, sin dudas, es la fuerte demanda de China la que impide una baja visible de los valores.
El USDA ha elevado su estimación sobre la cuantía de las importaciones de China. Ahora calcula 97 millones de toneladas, para la campaña 2017/18, frente a las 93,5 Mt de la campaña previa.
La cotización gira hoy en torno a 365 dólares. Interesante… ¿no?
¿Existe otra razón? Sí. Y de ella poco se habla.
Se trata del valor del dólar contra las principales monedas del mundo. La divisa estadounidense no sólo se ha mantenido debilitada sino que, en los últimos 30 días viene marcando una tendencia en su valor claramente a la baja.
El gráfico es claro. Durante noviembre, el euro ha seguido un recorrido ascendente contra el valor del dólar.