El presidente de Monsanto Argentina, Juan Farinati, destacó el alto nivel de
pago de la tecnología Intacta en soja, resistente a insectos.
Tras el conflicto que hubo el año pasado con los productores, por los controles que la empresa hacía en los puertos para detectar su tecnología y reclamar el pago, en la empresa remarcan no sólo el funcionamiento del sistema de control Bolsatech, que opera vía el seguimiento del Inase para los análisis en el grano de soja, sino también por el reconocimiento de pago por parte de los mismos productores.
"El nivel de control (por el Inase) es muy alto y el productor cambió el chip
a la hora del pago de la tecnología. Hoy la intención de pago cambió y es muy
buena", expresó Farinati en diálogo con LA NACION tras un encuentro de fin de
año con la prensa.
Según el ejecutivo, del 100% de la tecnología que se utiliza, el 85% de los productores opta por un pago de manera anticipada o con el control en el grano. De este último porcentaje una gran parte prefiere la primera la alternativa.
"Se ha avanzado mucho", indicó Farinati. El ejecutivo se mostró expectante
por la búsqueda de consenso en una mesa de trabajo que vienen llevando adelante
desde enero pasado productores y empresas. "Lo importante es un acuerdo, que
haya controles y después puede ser con una ley o normativa", opinó.
El año pasado, en medio de la polémica con el Gobierno y las entidades del agro, Monsanto suspendió el lanzamiento en el país de la soja X-Tend, que incorpora la resistencia al herbicida dicamba.
¿Van a reactivar el lanzamiento?, le preguntó LA NACION. "Por ahora sigue suspendida y el foco es Intacta. Los próximos dos años van a ser críticos para la toma de decisiones sobre el lanzamiento de nuevas tecnologías", señaló.
En el encuentro con la prensa la empresa informó que en la última campaña triplicó su producción de maíz. Pasó de 1 millón de bolsas a 3,5 millones de bolsas. Eso demandó una inversión de $ 3600 millones en infraestructura en su planta de Rojas, para la producción a campo (la firma siembra desde Salta hasta Coronel Suárez) y en campamentos para unos 4000 empleados.
El 90% de la producción extra de maíz fue para atender el crecimiento de la demanda por parte de los productores. La firma aumentó 40% sus ventas de maíz entre la campaña 2015/2016 y 2016/2017, en tanto que logró que fueran "estables" para el nuevo ciclo, 2017/2018.
De US$ 900 millones que factura en la Argentina, el 70% es por semillas y tecnologías y el 30% restante por agroquímicos. El maíz le representa ingresos por unos US$ 500 millones.