Si bien Cambiemos tiene un importante contenido progresista y se esfuerza por despegarse de toda postura cercana al liberalismo clásico, es decir el liberalismo que propone limitar el poder de los gobernantes, tener un gasto público bajo e impuestos reducidos y una economía abierta al mundo y desregulada para que la gente pueda desarrollar su capacidad de innovación, igual los progres de otros partidos políticos lo acusan de estar haciendo un ajuste salvaje sobre el sector público. Es decir lo corren por izquierda a un gobierno que pretende estar en el cuadrante progresista.
La realidad es que el único ajuste salvaje que se observa es sobre el sector privado dado que el gasto público del gobierno nacional aumentó el 31% en los primeros 9 meses de este año (incluyendo los intereses de la deuda pública como corresponde hacer la cuenta) versus igual periodo de 2016 contra una inflación del 25%. Es decir, tenemos un aumento del gasto del 6% en términos reales. Es cierto que hay una desaceleración en el aumento del gasto público en lo que va del año, pero todavía no logra la meta de crecer al mismo ritmo que la inflación tal cual espera el gobierno.
En rigor, tampoco hay una propuesta de reducción del gasto público en el esquema del gobierno. El gasto crece al mismo ritmo que la inflación, pero crece. Diferente es que baje el gasto público en términos nominales por una reforma del estado.
El gradualismo en materia de gasto público lleva a un hipergradualismo para bajar la carga tributaria sobre el sector privado que está en blanco, con lo cual la inversión privada sigue sin tomar impulso.
Si uno observa los datos sobre creación de empleo del Ministerio de Trabajo, entre noviembre de 2015 (último mes completo de gobierno k) y agosto de 2017 hay un aumento de 163.000 puestos de trabajo en blanco. Sin embargo, la cantidad de empleados en blanco del sector privado todavía está por debajo de noviembre de 2015 en 56.000 puestos mientras que crece en 39.000 puestos los asalariados del sector público tomando nación, provincias y municipios.
Gráfico 1
Otro dato importante es el aumento de 66.000 puestos en el monotributo social. Esto está relacionado con el aumento en la cantidad de planes sociales que requieren de estar inscriptos en el monotributo social (más gasto público). Lo que se observa, entonces, es que la creación de puestos de trabajo es de baja calidad (empleados de casa de familia, monotributo social y empleo público) con muy lento crecimiento del empleo privado. Incluso si se compara agosto de este año contra enero 2016, primer mes completo del gobierno de Cambiemos, todavía el empleo en el sector privado está 26.700 puestos abajo. Dicho nuevamente, el ajuste está recayendo sobre el sector privado y el sector público continúa asfixiando al sector privado.
Considerando que el gradualismo adoptado por el gobierno requiere de seguir tomando deuda pública para financiar el déficit fiscal, y además esterilizar con más deuda del BCRA la expansión monetaria en que se traduce el endeudamiento externo, el gasto público tiene una dinámica de aumento solo por el mayor stock de deuda pública que exige de un mayor monto de intereses a pagar.
Si bien en el gráfico 2 de Nicolás Cachanosky se observa una caída de la deuda externa en la época de Néstor Kirchner, en parte se explica por el pago al contado al FMI, pero en parte por el primer canje de deuda externa que dejó afuera a los holdouts que luego ganaron el juicio, de manera que la deuda real era mayor pero contablemente la escondieron como menor.
Aun así, la curva crece muy fuerte en los casi dos años del gobierno de Cambiemos, tanto la externa como la interna.
Gráfico 2
FUENTE: NICOLAS CACHANOSKY
Lo relevante no es comparar el stock de deuda respecto al PBI, porque el PBI es un flujo y la deuda es un stock que no vence toda en un año. Es como si alguien tomara un crédito hipotecario a 20 años y dividiera la deuda hipotecaria por los ingresos de un año en vez de los ingresos de los 20 años. El primer dato no dice nada. Sí es un indicativo la relación intereses a pagar anualmente respecto al PBI y lo que tenemos es que entre la deuda del tesoro y del BCRA los intereses anuales representan 5 puntos del PBI.
En síntesis, no solo el sector público no se ajustó en gasto total, en empleados públicos, sino que el gradualismo, por los intereses a pagar pesa cada vez más sobre el sector privado.
Francamente no veo converger este modelo hipergradualista hacia un equilibrio fiscal ni hacia un despegue importante en el sector privado de la economía que produzca una explosión de inversiones con nuevos puestos de trabajo en el sector privado.
En definitiva, tal vez el gobierno debería replantearse si no es mejor endeudarse para reestructurar el sector público y así bajar el gasto y la carga tributaria. Ese menor peso del estado sobre el sector privado permitiría un crecimiento más acelerado con lo cual la deuda se pagaría sola por el crecimiento y el modelo tendería al equilibrio fiscal. Veo esta idea más atractiva que seguir endeudándose para cubrir un eterno déficit fiscal agravando el problema.
Fuente: Economia para Todos