Los operadores apostaban a que el USDA publique una considerable baja en la estimación de producción de soja para EE.UU.
Y grande fue la sorpresa cuando, el pasado 9 de noviembre, este organismo dio a conocer el dato: el esperado recorte productivo tan sólo fue de 200 mil toneladas.
Se trata, entonces, de un ligero recorte donde la estimación pasó de 120,58 a 120,44 millones de toneladas. Así las cosas, este último número quedó por encima de lo aguardado.
Aunque no puede decirse que el globo se ha pinchado. Pero, con este dato, resulta lógico afirmar que un factor alcista ha desaparecido.
Para colmo, el USDA en el mismo informe calculó un incremento en la producción de Brasil, muy visible.
Ello ha llevado a elevar la estimación de producción mundial de 347,9 millones a 348,9 millones de toneladas.
De esta forma, el stock final a nivel global pasó de una estimación de 96,10 millones a una de 97,90 millones de toneladas.
Apenas conocida la noticia, los valores de la soja en el mercado internacional comenzaron a descender. Los contratos más cercanos bajaron alrededor de USD 5 por tonelada.
Así todo, sigue llamando la atención que, en el mercado internacional, los valores para mayo sean mejores a los presentes.
Por ejemplo, el precio de noviembre gira en torno a USD 358 y el de junio en USD 369 por tonelada (mercado de Chicago).
¿Ello resulta de una expectativa de baja en la producción o de un aumento en la demanda? O… ¿quizás de ambas cosas?
Una idea que podría respaldar la posibilidad de un incremento en la demanda viene de China.
El mercado parece aguardar que este país incremente la importación de soja de EE.UU. en un contexto donde las existencias son relativamente bajas.
Razones a favor de esta expectativa no faltan.
Pese a los otrora duros comentarios de Trump sobre China, hoy su discurso es totalmente favorable al estrechamiento de vínculos con este país.
Vale mirar lo sucedido hace pocos días. El presidente de Estados Unidos llegó el miércoles pasado a China, de visita oficial. Allí fue recibido con todos los honores, con una guardia del Ejército de Liberación Popular y entusiasmados niños con las banderas de ambos países.
Por otro lado, Brasil sigue vendiendo al exterior -a todo vapor- su cosecha de soja.
Según la BCR, desde enero ha exportado más de 62 millones de toneladas. Es decir un 30% más que lo hecho en años previos. De esta forma, al finalizar el año, habrá exportado alrededor de 65 millones de toneladas.
Mientras tanto, en nuestro país, los stocks vienen creciendo fuertemente año a año. Y por el contrario, en Brasil y EE.UU. lo hacen muy suavemente, fenómeno que se observa en los últimos 5 años.
El nivel de stock que hoy mantiene nuestro país es un tanto preocupante. Es el más alto de su historia para esta altura del año. Duplica al de EE.UU. Que no vaya a ser cierto aquello de “pan para hoy, hambre para mañana”.