Argentina es uno de los países pioneros en la utilización de biotecnología en la producción de vacunas, anticuerpos monoclonales para el tratamiento del cáncer y fabricación de biocombustibles. Actualmente más de 200 compañías utilizan técnicas de ADN recombinante en áreas como desarrollo de semillas, salud humana y animal, alimentos y energía, empleando más de 1.500 científicos y tecnólogos. Con esta base, la firma Oxentia, la aceleradora de empresas de innovación de la Universidad de Oxford, puso su lupa en el mercado local.
"Existe un gran potencial y muy buenos recursos humanos, por eso buscamos invertir en emprendimientos biotecnológicos aportando no sólo capital, sino acompañamiento y vinculación tecnológica", comentó a El Cronista Tim Hart, director de Oxentia, quien participó el martes de BioArgentina, el encuentro anual organizado por la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), en la ciudad de Córdoba.
"Estamos iniciando un programa de aceleración internacional, para impulsar proyectos que puedan transformarse en compañías líderes del rubro. Junto a partners locales como la Universidad Nacional del Litoral, la Fundación Barceló y los ministerios de Modernización y de Ciencia, seleccionaremos hasta tres emprendimientos a los que aportaremos hasta u$s 500.000 por proyecto en una fase inicial", señaló el experto británico.
Hart, quien se formó como microbiólogo y fundó su primera compañía biotecnológica a los 28 años, transformándose en emprendedor, destacó la importancia de "lograr que las buenas investigaciones den un salto hacia la creación de nuevas empresas. Creemos que en Argentina hay muy buena base de investigación, pero falta un mayor desarrollo de vinculación tecnológica e inversión".
Durante el encuentro BioArgentina, del que participaron científicos,
emprendedores, académicos y representantes de organismos de financiación, se
realizaron rondas de negocios y presentaciones ante inversores. También estuvo
presente Curtis Keith, director científico de la aceleradora de empresas
biomédicas de la Universidad de Harvard, que ha apoyado con financiación y
mentoreo a más de 90 emprendimientos desde su creación en 2008.
Por su parte, Hugo Sigman, fundador del Grupo Insud y presidente de la CAB, destacó que "para potenciar el desarrollo de empresas de base tecnológica es necesaria una mayor vinculación entre científicos y empresas, un sistema de financiación adecuado e incentivos fiscales para que el sector privado invierta más en investigación y desarrollo".
De acuerdo al informe "Biotecnología Argentina al año 2030", elaborado por Ubatec y la CAB para el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la facturación anual del sector supera actualmente los u$s 2.100 millones, con exportaciones por u$s 400 millones e inversiones en I+D por más de u$s 90 millones.
Las áreas de mayor preponderancia son: salud humana, reproducción animal, inoculantes, insumos industriales, semillas y salud animal. Si bien las primeras firmas biotecnológicas surgieron en los años 80, hoy casi la mitad de las 200 compañías que se dedican a la actividad fueron fundadas en la última década y el 90% de ellas son de capital nacional.