Estados Unidos le dio otro golpe al biodiésel argentino. Luego de los
aranceles promedio del 57% que aplicó en agosto pasado contra el biocombustible
por supuestos subsidios, el Departamento de Comercio estadounidense, que conduce
Wilbur Ross, decidió gravar ahora con derechos antidumping preliminares que van
del 54,36% al 70,05% al producto proveniente de la Argentina.
El biodiésel ya había quedado afuera del mercado de EE.UU. con la anterior sanción y ahora esto significa otro revés para el país, que había presentado una propuesta a las autoridades norteamericanas para suspender la imposición de aranceles.
"Esto es como si te dieran 300 años de prisión, algo imposible de cumplir",
graficó un operador del mercado sobre que los aranceles efectivos quedarán por
encima del 100 por ciento. "Esto es un absurdo, algo injustificado", señaló otra
fuente del sector industrial.
El Departamento de Comercio dijo que instruyó a la Aduana de ese país para proceder al cobro de depósitos equivalentes a esos aranceles.
Además del castigo contra la Argentina, Estados Unidos también aplicó ahora derechos del 50,71 por ciento contra Indonesia, que también le venía vendiendo biodiésel a ese país.
Si bien el área que conduce Ross fue duro con los aranceles, dejó abierta la puerta para una negociación. En rigor, señaló que está trabajando con las diferentes partes involucradas y alertó que sólo firmaría un acuerdo "si garantiza que se elimine el daño a la industria nacional de biodiésel". EE.UU. avisó que podría haber aranceles definitivos el 3 de enero próximo.
En EE.UU, fue la National Biodiesel Board (NBB), una entidad de productores del biocombustible, la que en marzo pasado hizo un primer planteo para que se frenen las ventas de la Argentina. Entre 2014 y 2016 el país logró pasar de embarques a ese mercado de 136.000 a más de 1,5 millones de toneladas.
La propuesta de solución que había presentado la Argentina tras los aranceles de agosto último consistía en limitar las ventas al nivel de 2016, esto es 1,5 millones de toneladas.Vale recordar que EE.UU. también pidió revisar las retenciones.
Cerrado el mercado de los Estados Unidos, el mes pasado el país obtuvo la reapertura de Europa, que rebajó aranceles. Según cálculos de la industria local, para cuando finalice 2017 podrían terminar colocándose en ese destino unas 370.000 toneladas, lo que representaría ingresos por unos 280 millones de dólares, aproximadamente.
De acuerdo a fuentes de Cancillería, por el nivel de derechos ya impuestos en agosto último, "una eventual aplicación de derechos adicionales no tiene efectos prácticos en términos de acceso real al mercado".
En esta línea, las fuentes indicaron que "siguen abiertas las tratativas bilaterales entre ambos gobiernos y los respectivos sectores privados involucrados para lograr un acuerdo que suspenda ambas investigaciones, antidumping y sobre alegadas subvenciones".