Europa consume casi 8 millones de toneladas de carne vacuna por año, por lo tanto, esas 70.000 toneladas significarían para los 500 millones de habitantes, unos 130 gramos en promedio, que equivalen a dos hamburguesas anuales por persona.
Se trata de un volumen que está lejos de las expectativas de los productores rurales de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, ya que, en conjunto, los cuatro países representan el 20% de la producción mundial de carne bovina y el 22% de su comercio internacional.
La magra oferta de la Unión Europea no llega a significar el 30% del volumen total exportado por el MERCOSUR con ese destino, propuesta avara que no contribuye al necesario ánimo de integración comercial que se persigue con las actuales negociaciones.
Ahora que ya se completaron las ofertas de los dos bloques, y que se abre una etapa de negociación, exhortamos a que se realicen los mayores esfuerzos para mejorar las cuotas y las condiciones arancelarias para alcanzar el mejor acuerdo posible para los dos bloques. En ese sentido reclamamos que no se avance en acuerdos definitivos bajo pautas insuficientes en las razonables aspiraciones de los sectores productivos del MERCOSUR