Los números se encadenan y dibujan la radiografía actual del sector agropecuario: miles de hectáreas, millones de dólares, millones de toneladas de granos y miles de cabezas de ganado perdidos por las inundaciones que no dejan de golpear al campo argentino.
Según especialistas de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), se perdieron
285.000 hectáreas de trigo en Buenos Aires y La Pampa. En el territorio
bonaerense se dejaron de sembrar 150.000 hectáreas y otras 100.000 implantadas
se perdieron. El resto de la superficie afectada corresponde a La Pampa. Además,
afirmaron que habrá un millón de toneladas menos de trigo que las previstas.
En la entidad estiman que la producción granaria tendría un leve crecimiento del área para el maíz, mientras que para la soja y el girasol habría que esperar cómo se comporta el clima y cómo evoluciona la situación de las napas.
"A nivel país no va a haber un impacto en la cosecha de trigo, porque estas
pérdidas en Buenos Aires están compensadas con el aumento que se produjo en
Córdoba. La cosecha va a rondar las 17 millones de toneladas como el año pasado,
quizás hasta esté un 1% arriba", dijo a LA NACION Matías Lestani, ingeniero
agrónomo a cargo del departamento de economía de CRA.
En cuanto a la ganadería, no existe aún un panorama claro de la situación, pero, según Lestani, ya se registran caídas en los servicios y se estima que se perderán al menos 200.000 terneros.
"Hay que evaluar cómo será el estado sanitario de estos animales que están bajo el agua, sobre todo el estado respiratorio y enfermedades como neumonía y bronquitis, que termina reduciendo el stock de vientres en producción", dijo.
Por último, en relación con cómo afectaron las lluvias la economía nacional, Lestani afirmó que las inundaciones están complicando a las regiones productivas que más divisas generan: con el trigo ya hay pérdidas por 170 millones de dólares y se estiman unos 300 millones.
"Esta cifra va a depender de cómo evolucione la secuencia del cultivo que viene detrás del trigo y de cómo va a impactar la sanidad del trigo en el sudoeste de Buenos Aires, sobre todo con la roya anaranjada y la mancha amarilla", puntualizó.
Por otra parte, el analista resaltó que el modelo de productividad y paquete tecnológico que utilizan los productores es cada vez mejor, pero el escenario de precios será bajo. "Vamos a estar en rentabilidades inferiores al año pasado, acentuando la caída en la región pampeana. Se estima un aumento de los costos de laboreos movido por la logística de los trabajos y la dificultad del agua, junto con la desregulación del combustible, que impactará con un aumento de entre un 7 y un 10%, para la presente campaña agrícola", concluyó.
Otros informes
Según un documento de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), las áreas con inundaciones en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, incluidos además partidos del sur de Córdoba y de Santa Fe, crecieron en 840.000 hectáreas.
Mientras a fines de agosto había 5,5 millones de hectáreas inundadas y anegadas, la semana pasada esa cifra subió a 6,34 millones de hectáreas, es decir, 840.000 hectáreas más.
A fines de agosto pasado también había otros 2,5 millones de hectáreas comprometidas por falta de acceso, red vial totalmente colapsada y destruida o napas freáticas que imposibilitaban el trabajo rural, por lo que la cifra total rozaba los casi nueve millones de hectáreas comprometidas.
"Esencialmente podemos resumir que hoy gran parte del oeste de Buenos Aires y La Pampa, están flotando en un mar de agua subterráneo", explica el documento.