- Balanza con sobrepeso: Según el INDEC en julio de 2017 las exportaciones alcanzaron u$s 5241 millones y las importaciones u$s 6039 millones. El déficit en la balanza comercial fue de u$s 798 millones. En importaciones, el crecimiento interanual fue de 29,9% traccionado por vehículos automotores de pasajeros (76%), bienes de capital (54,7%), piezas y accesorios para bienes de capital (34,9%), bienes intermedios (24,8%) y de consumo (19,7%).
- Peces y Algas Brasileñas: La situación de Brasil es el barómetro sobre el que se debe mirar el comercio exterior de Argentina. El 91,2% de las importaciones desde el Mercosur provinieron de Brasil, el 5,8% de Paraguay, el 2,5% de Uruguay y el 0,5% de Venezuela. El deterioro del consumo en su mercado interno lo ha intentado desplazar vía exportaciones hacia Argentina. La buena noticia es que la economía brasileña creció en el segundo trimestre y su actividad comienza a recuperarse. De acuerdo al IBGE (Instituto Brasilero de Geografía y Estadística) el consumo de las familias creció el 1,4% en el segundo trimestre respecto al primero, en el primer resultado positivo desde finales de 2014. En la comparación interanual, el resultado también quedó positivo en el 0,7%. Al igual que en nuestro país su consumo es relevante por qué representa el 65 % del PBI. La relación es simbiótica como los peces y las algas. Si la contención de las algas brasileñas se fortalece por la mejora de su economía los peces argentinos revitalizan fuertemente la actividad de los bienes transables y por ende también de nuestra economía.
- Educadores Comerciales Chinos: Otro espacio donde Argentina debe poner el ojo es en su intercambio comercial con China donde en los siete primeros meses de 2017 registró un déficit de u$s 3559 millones. Segundo déficit en magnitud. China agrego valor a los commodities que nos compra cuando a principios del siglo XXI compraba productos con valor agregado argentino provenientes de la manufactura agropecuaria. A su vez, importamos bienes de capital necesarios para recomponer el stock en maquinaria y tecnología que no producimos internamente. La relación es asimétrica y el intercambio eficiente si logramos mejorar la productividad y competitividad con valor agregado para obtener más divisas de las que erogamos en el intercambio con el resto de los países del mundo. China educa comercialmente con su nuevo lenguaje y es difícil que podamos revertir esa situación.
- Consumo por nivel socioeconómico: El consumo representa el 70 % del PBI y
comienza a mostrar resultados dispares. Si tuviésemos que realizar un corte
transversal de la pirámide socioeconómica y evaluar el comportamiento de los
consumidores por nivel de ingresos veríamos una clase alta y media alta a la que
el ajuste ya le paso de largo y una clase media y baja a la cual le sigue
pegando en su comportamiento. Por su parte, el salario es alto en dólares pero
sus bienes y servicios en el mercado interno también lo son. Un salario básico
es de $ 8860 (u$s 500) mientras que en Brasil es de u$s 290 y en Chile u$s 423.
Pero el costo de la Canasta Básica Alimentaria es de $ 6132 (u$s 350) para no
ser indigente.
- Compras en el exterior Index: Si deseáramos crear el Indice Compras de Argentinos en el Exterior, veremos a Chile a la cabeza con transferencias del consumo interno hacia el consumo externo de sectores de clase media alta y alta por casi u$s 1000 millones interanuales. Según el Ministerio de Economía, Turismo y Fomento de Chile representan el 40% del gasto total con tarjeta de no residentes. Es decir tenemos balanza comercial superavitaria con Chile, quinto socio comercial, y por consumos con importaciones hormigas minoristas argentinas que desequilibran nuestro intercambio a la baja. En 2016 viajaron 3 millones de argentinos a Chile y en 2017 se espera cerrar en 4 millones.
- La base está mejor pero aún falta: Si nos volcamos hacia las clases medias y bajas el ajuste gradual fue un desajuste para su administración de bolsillo. Si lo viera un médico diagnosticaría "usted tuvo vicios y los dejó ¿no? Del consumo expandido más allá de la posibilidad del gasto con plástico hasta 2015 paso a un consumo más racional representa un 52% del perfil de consumidores del mercado minorista. Sin embargo, los resultados comienzan a revertirse muy lentamente hacia la desaceleración de la caída de las ventas minoristas que de acuerdo a la CAME se contrajeron 0,3% en agosto, 1,6% en julio y 1,4% en junio. Una escalera para salir del sótano en la actividad del mercado interno. De acuerdo con el relevamiento de Focus Market hay 5 categorías de consumo masivo que recuperan su signo positivo: 1,5% bebidas con alcohol, 1,9% congelados, 6,9% snacks, 3% cuidado de calzado y 0,8% cosmética). Hasta ahora todas buenas pero a la clase baja que representa el mayor volumen potencial de mercado en Argentina todavía le cuesta mucho. Los consumos de la canasta básica sigue cayendo 5,5% con aumentos interanuales de precio de 26,6% y lácteos caen 6,2% con aumentos interanuales de 35,3% a julio 2017. Septiembre es clave. Nuevos aumentos de jubilaciones y pensiones y segundos tramos paritarios deberían ir mejorando los buenos números y revirtiendo los malos en el mes de la primavera. La búsqueda de la ansiada inflación de 1 punto mensual llegaría con el florecer de esta nueva estación.