Tras haber declarado la emergencia nacional fitosanitaria días atrás, la preocupación por la plaga de langostas continúa. Según confirmó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), ya se encuentran bajo monitoreo unas siete millones de hectáreas en el país (superficie de circulación de la plaga), bastante más que las 700.000 hectáreas que involucró la última explosión de la plaga, en el período 2015-2016. "Esta vez es bastante más compleja", definieron las autoridades del organismo, que destacaron que se están llevando adelante aplicaciones aéreas sobre 1500 hectáreas, entre Chaco y Santiago del Estero, zona de epicentro de la plaga. Además, advirtieron que la misma se puede propagar aún más durante este invierno, ya que los insectos tienen gran voracidad y capacidad de expansión.
En una reunión con la prensa, en el marco de la Exposición Rural de Palermo, el especialista Héctor Medina, del Programa Nacional de Acridios del Senasa, explicó que se trata de la langosta sudamericana y que, según estimaron, de la Argentina fue hacia Bolivia y de ahí a Paraguay para, en teoría, volver a la Argentina. "Estamos en una situación difícil, intentando evitar que haya tres generaciones de langostas en un año, pero por dos años hasta el 2019 veremos cómo se comporta la plaga", manifestó Medina a la agencia NA.
Si bien no se precisaron los recursos con los que cuenta el Senasa para el control de la plaga, estimaron que se necesitan entre $ 9 millones y $ 10 millones en el presupuesto para luchar contra la misma. Tal como refirió Juan Pablo Karnatz, Prosecretario de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), quien advirtió que el Estado "debe invertir hoy para gastar menos mañana", y agregó que con fondos limitados es "imposible" combatir la plaga que "merece una atención fuerte". "Para solucionar las cosas hacen falta más recursos", reclamó.
La historia de las langostas en el país data de 1891, donde se encuentra el
primer registro de lucha contra la langosta. Recién se declaró "plaga" en 1964 y
antes de que existiera una Secretaría de Agricultura de la Nación, ya había un
organismo que luchaba en forma articulada contra la langosta.
Según Medina, se utiliza la estrategia de Australia, país de gran tradición en la pelea contra la langosta, y es la forma "preventiva", con monitoreo en forma permanente. "El insecto pone los huevos hasta debajo de seis centímetros en el suelo y en estado de ninfa no vuela, salta. La estrategia es evitar que llegue a adulta y pueda volar y cortar su ciclo reproductivo". Además, explicó que actualmente están a la búsqueda de un programa regional que involucre a países vecinos como Bolivia y Paraguay, donde también se manifiesta la plaga de langosta.