El mercado de granos operó con altas dosis de volatilidad hacia las últimas
jornadas, en la que fluctuaciones diarias superiores al 5% pasaron a ser moneda
corriente entre los operadores. Este panorama suele darse en estos momentos del
año, cuando los cultivos estadounidenses ingresan en las etapas claves de
desarrollo y el factor climático pasa a jugar un rol fundamental en la
definición de los rendimientos.
En el primer tramo de la semana se apreciaron alzas significativas producto
de las elevadas temperaturas (marcas de 36° C) y escasas precipitaciones en las
áreas claves de producción de EE.UU. Desde comienzos de julio, cada día que
transcurría se retroalimentaba la expectativa de que la cosecha 2017/18 sufra de
estrés hídrico y arroje resultados poco favorables. En este contexto, la soja
trepó a niveles máximos desde inicios de marzo con valores que alcanzaron 385
U$S/tn. y picos de 163 U$S/tn. en el mercado de maíz. En ambos casos
considerando las posiciones a cosecha en CBOT.
La firmeza externa no tardó en reflejarse en la plaza local, principalmente
en los negocios con entrega diferida. Se llegaron a concretar operaciones a
valores de 265 U$S/tn. para los contratos con entrega noviembre. Las primas de
los puts negociados para estos contratos permitieron asegurar pisos de 255 U$S/tn.
a aquellos vendedores tomaron coberturas y optaron simultáneamente estar
abiertos a capturar futuras subas.
Sn embargo, la publicación del reporte WASDE resultó el primer indicio para
un quiebre de tendencia en las cotizaciones con datos que decepcionaron al
mercado. La rueda posterior exacerbó un derrumbe en los granos ante la aparición
de un frente nuboso y probabilidades concretas de precipitaciones para mediados
de la semana siguiente.
Si bien se mantienen las previsiones de altas temperaturas y una masa de aire
cálido desplazándose hacia el norte del cinturón agrícola, se asoma un frente de
lluvias que se alojaría en estados relevantes como Minnesota, Wisconsin,
Michigan y Ohio. El aporte hídrico traería alivio a estas regiones. Lo cierto es
que hasta el momento se observan patrones de humedad aceptables en el Medio -
Oeste y únicamente el estado de Iowa muestra poco más de la mitad de su
territorio en situación de sequía de leve a moderada.
Con los nuevos pronósticos, los operadores comenzaron a desprenderse de la prima
climática incorporada en las ruedas anteriores. Esto dio como resultado una
brusca caída de las cotizaciones que se extendió por dos jornadas consecutivas y
luego recuperarse parcialmente hacia el cierre de la semana.
En cuanto al USDA, se destaca el incremento llevado a cabo en la cosecha
norteamericana, cuando el mercado se mostraba más proclive a un recorte La
particularidad del reporte WASDE de julio es que el organismo deja de evaluar
rindes de tendencia, para incorporar el estado actual de los cultivos como
variable central a sus proyecciones. Es así como determinó que la cosecha de
soja alcanzaría unas 115,94 mill.tn. (vs. 115,80 mill.tn. del mes anterior) bajo
el supuesto de que el rinde nacional promedia unos 32,3 qq/ha. El incremento fue
más notorio en la producción de maíz que pasó a estimarse con 362,09 mill.tn.
(vs. 357,27 mill.tn. informadas en junio) con un rinde promedio de 107,1 qq/ha.
Vale la pena aclarar que los cultivos aún recorren las fases iniciales de
crecimiento con alrededor del 20% del maíz en período de floración y recién el
7% de la soja formando vaina. Habitualmente el USDA es más cauteloso a la hora
de modificar sus pronósticos de cosecha y aguarda a etapas más avanzadas del
ciclo para contar con datos más certeros para puntualizar rendimientos y, por
ende, determinar los volúmenes de cosecha. Esta situación se da con mayor
cercanía a la difusión del informe mensual de agosto.
El trigo, en cambio, merece un capítulo aparte siendo los daños terminaron
materializándose en las planicies norteamericanas, donde se concentra cerca del
70% de la producción de las variedades de primavera. El clima seco y cálido se
prolongó más de lo anticipado ocasionando un agravamiento de los focos de sequía
que en varios condados pasaron a la categoría de “sequía extrema”. Se estima que
alrededor de dos tercios de los lotes presentan deterioros irreversibles con
significativas mermas en calidad y volumen. Es así como en su último informe
mensual, el USDA ratificó que la producción de esta variedad de sería la más
baja de los últimos 15 años.
La escalada de precios en los mercados norteamericanos – como Chicago, Kansas
y Minneapolis – encontró un límite ante la retirada de los compradores que
desviaron las solicitudes de mercadería a proveedores alternativos,
principalmente enfocados en la región de Mar Negro. Tal es que el caso de Rusia
que durante el último período ofreció valores FOB más competitivos que el resto
de los exportadores. Esto repercutió en un aumento de las licitaciones
adjudicadas, principalmente de importadores del norte de África en los que se
resalta Egipto. A su vez, la depreciación del rublo colaboró en posicionar más
ventajosamente a este mercado.
En el ámbito local, el trigo nuevo registró avances más moderados y operó en
un rango de 175 - 180 U$S/tn. dependiendo calidad, condición y plazo de entrega.
Estas referencias elevaron la predisposición de los vendedores a cerrar negocios
ante la mejora en los márgenes. De acuerdo a los datos oficiales, es récord la
cantidad de operaciones forward anotados para la campaña 2017/18 con 2,27
mill.tn. con un 278% más de registros que un año atrás. Si nos remontamos a
ciclos anteriores – en momentos en que la exportación estaba limitada por la
política de ROE – la comercialización de la cosecha nueva era nula.
El pulso del clima también genera incertidumbre en nuestro país, con la
siembra triguera en los últimos tramos y reducciones de área para la campaña.
Seguidamente, es determinante para el ingreso del maíz tardío y de segunda.
Hasta el momento los lotes trillados arrojaron elevados porcentajes de humedad y
se evidencian atrasos en los núcleos productivos. El ritmo de avance no es menor
considerando el arribo de embarques en las terminales portuarias
Por Eugenio Irazuegui; Analista de Mercados-Departamento de Research de
ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria