CORDOBA.-La creciente importación de máquinas y de agropartes es una preocupación de la Asociación de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas y Agrocomponentes de esta provincia (Afamac).
Gustavo del Boca, su presidente, admitió a LA NACION que el problema no es
fácil porque "abrirse al mundo genera oportunidades y desafíos, por lo que no
podemos impedir la importación y querer exportar más. Lo que pedimos es que nos
dejen ser competitivos".
En la celebración del décimo aniversario de la asociación, Del Boca insistió en que la "presión tributaria atenta contra las inversiones". En diálogo con este diario, apuntó que una alternativa sería que les permitan tomar el capital invertido a cuenta de impuestos.
Los empresarios reunidos en el encuentro coincidieron en que 2016 y este año son períodos de fuerte recuperación del sector por la recuperación del campo y destacaron el rol que jugaron para el sector los créditos a tasa subsidiada entregados por el Banco Nación (entre Expoagro y Agroactiva).
"No le tenemos miedo a la competencia, pedimos igualdad para competir -agregó Del Boca-. Hay problemas puertas afuera de las fábricas que nosotros no podemos resolver; tenemos que trabajar para ser más competitivos".
Entre los ítems que mencionaron los industriales a este diario se cuentan varios relacionados a la burocracia estatal. Por ejemplo, indicaron que traer una máquina de Corea a Buenos Aires cuesta 700 dólares de flete, pero ponerla en Córdoba termina saliendo 120.000 pesos. Otro aspecto que destacaron es el costo del acero. Insistieron en que está 30% más arriba en la Argentina que lo que pagan los competidores.
El sector reclamó que se avance en una ley de maquinaria agrícola. El proyecto quedó stand by y apuntan a que se avance en su discusión en una mesa nacional. Néstor Roulet, secretario de Valor Agregado de Agroindustria -también presente en la reunión- señaló a este medio que "va a salir, se siguen estudiando algunos puntos".
Además, adelantó que están avanzando en acuerdos con distintas sociedades rurales de provincias para que en sus muestras los productores también puedan acceder al financiamiento del Nación a tasa subsidiada. En Córdoba, hay consenso con las de Jesús María y Río Cuarto.
También adelantó que se podría revisar el nivel de integración exigido para los reembolsos que se otorgan. "Más integración, más beneficios; estamos evaluando las exigencias y puede haber cambios", dijo. Ratificó que el objetivo final de toda la tarea es lograr un "sello de maquinaria agrícola".
Alberto Gaviglio, presidente de Akron (instalada en San Francisco), apuntó a LA NACION que, a su entender, el camino es la "complementación", ya que la tecnología avanza muy rápidamente y ese es el mejor camino para la integración. La empresa exporta a Canadá, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos entre otros destinos.
"Complementándonos podemos llegar a mercados diferentes; por ejemplo -en el caso argentino- a economías regionales de alto valor agregado, donde hay muchas oportunidades de negocios".