Mientras Estados Unidos suspendió el ingreso en su mercado de la carne vacuna brasileña por haber detectado problemas sanitarios, su Servicio de Seguridad e Inspección de Alimentos (FSIS), que depende del Departamento de Agricultura (USA) y se encarga de la protección de los consumidores norteamericanos, le acaba de enviar a la Argentina un informe-borrador de la auditoría que realizó al país en noviembre pasado.
Según pudo averiguar LA NACION de fuentes oficiales y privadas, el informe
del FSIS llegó el 12 del actual al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (Senasa) y tiene observaciones en general positivas para el país
a todo su sistema sanitario, a los frigoríficos y laboratorios de análisis de
riesgos.
En las próximas semanas, el mismo Senasa enviará una respuesta con comentarios y en el organismo esperan que luego de ese paso se concrete la apertura del mercado norteamericano para la carne vacuna. Si no hay ninguna demora de por medio, una vez que llegue la contestación argentina el FSIS hará una publicación en su web y así quedará formalmente habilitado el ingreso.
"Aunque tenemos un plazo de 60 días para responder, vamos a responder en breve y en base a las observaciones y medidas correctivas analizarán la apertura del mercado", dijo una fuente oficial sobre el trámite.
El 29 de junio de 2015, después de poco más de 14 años de tener cerrado el mercado de los Estados Unidos para la carne fresca bovina, el país logró reabrirlo. Lo consiguió luego de hacerle un panel a EE.UU. en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por demoras en la reapertura. Vale recordar que la Argentina perdió el mercado norteamericano en marzo de 2001 por un brote de fiebre aftosa luego de haber ocultado durante varios meses la enfermedad. Había puesto un pie en EE.UU. a fines de 1998. Antes de quedar afuera del mercado, la Argentina ingresaba con una cuota de 20.000 toneladas sin aranceles. También lo hacía con otras 15.000 a 20.000 toneladas pagando un arancel del 20%. Estados Unidos, un mercado donde se consumen 8 millones de toneladas de carne, exporta un millón del producto pero también importa una cifra similar.
Cuando en 2015 el Servicio de Inspección de Salud Animal y Plantas (Aphis) dio a conocer la reapertura para la Argentina, se pensó que los primeros embarques podrían realizarse en un plazo de cuatro meses. Sin embargo, pasaron casi dos años. Un factor que demoró el retorno fue que la Argentina no tenía el equipamiento necesario para realizar los análisis de inocuidad que pedía EE.UU. En rigor, eso también se hizo en el último tiempo para que el país pudiera estar en condiciones de ser aceptado.
"Estados Unidos debería abrirse antes de fines de año", estimó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
Para Schiariti, la importancia de los Estados Unidos radica en que no sólo se trata de un mercado más para la Argentina, sino que podría traccionar la apertura de otros destinos, como México y Japón. Respecto de Japón, con la última visita del presidente Mauricio Macri a ese país se puso en marcha un programa de trabajo conjunto que debería llevar a un reconocimiento de la Patagonia como libre de aftosa sin vacunación. Una vez que se avance en esa línea podrían comenzar a realizarse embarques tanto de carne vacuna como de ovina desde esa región.
"Si hay avances con los Estados Unidos podríamos estar recuperando la cuota de 20.000 toneladas", dijo Schiariti.
La semana pasada, tras inspecciones a la carne brasileña donde el 11% de los productos testeados fueron rechazados por problemas sanitarios y de salud animal, Estados Unidos suspendió sus compras. Eso generó expectativas para la Argentina. Sin embargo, esa medida no tiene impacto porque el país todavía no está exportando a ese mercado. Además, aparecieron algunas dudas respecto de que el freno a Brasil podría afectar la credibilidad de toda la región, si bien Uruguay, que ya vende a EE.UU. aumentó sus ventas 40% en mayo pasado.
Normalización demorada
20.000 toneladas
Era la cuota de ingreso que te-nía la Argentina para colocar carne en los Estados Unidos antes de perder ese mercado.
14 años
Estuvo el país vedado por EE.UU. En junio de 2015 habilitó la importación, todavía no concretada, luego de que la Argentina presentara un panel por demoras en la reapertura ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). A Brasil le suspendieron embarques la semana pasada por problemas sanitarios.