En medio de la crisis frutícola que afecta a los productores y comercializadores del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, el gobierno nacional está llevando adelante un acuerdo sectorial de contención para garantizar la próxima cosecha. Como parte del paquete de asistencia que dispuso hace un mes, que alcanza los $ 540 millones, anunció que unos $ 132 millones se dispondrán para financiar labores estacionales y mejorar prácticas. Esos créditos, se ofrecerán a tasas bajas, y por medio de las entidades regionales que nucléan a los productores.
Dichas entidades fueron las que participaron del acuerdo que el mes pasado propició el gobierno nacional para asistir a la cadena frutícola de Río Negro y Neuquén. Allí, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, estuvo con representantes de los Bancos Nación y BICE, referentes del sector privado y productivo. "El acuerdo se dio como una forma de garantizar la próxima cosecha. Los productores han estado de acuerdo, aunque se sabe que no alcanza", afirmó a El Cronista Raúl Robín, Presidente de Economías Regionales de CAME.
Según los últimos datos de la entidad, entre 2015 y 2017 se calcula que se perdieron, entre grandes y pequeños, unos 2200 productores de peras y manzanas en Río Negro y Neuquén. Eso impulsó una caída de la producción, que en 2016 llegó al 17,9%, comparado al año anterior (se produjeron 1,1 millón de peras y manzanas contra 1,2 millones de 2015).
"También cayó el precio y los costos siguen a pérdida. Por cada kilo que se
produce se pierde $ 1", afirmó Robín, que destacó que en los últimos cinco años
se perdió casi el 40% de la producción, y que la última cosecha fue afectada por
cuestiones climáticas y temas fitosanitarios.
Tras oficializar hace unas semanas la emergencia productiva, financiera y social para la cadena en las dos provincias, que permitió flexibilizar el pago de las obligaciones impositivas y de la seguridad social por 365 días, el gobierno nacional ahora quiere impulsar los créditos. Según especificaron, unos $ 100 millones se destinarán a tasa cero, con 12 meses de gracia, para la poda de la actual temporada, mientras que los otros $ 32 millones irán a mejorar la competitividad, con tasa de interés porcentual subsidiada.
En el primer caso, será mediante la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (Funbapa), mientras que el segundo lo financiará recursos del gobierno de Río Negro y el Consejo Federal de Inversiones (CFI). "Tenemos que terminar con el tema de los subsidios y comenzar con los créditos, para que desde el Gobierno se pueda garantizar un buen precio para la fruta", afirmó Hugo Galeano, Presidente de la Cámara Frutícola de Villa Regina, General Godoy, Chichinales y Valle Azul según publicó Télam. En el caso de la poda, los créditos se distribui rán según la cantidad de hectáreas en producción: cada productor recibirá $ 15.000 por hectárea en dos cuotas.