Las lluvias excepcionales ocurridas en el noreste de Corrientes y extremo sur de Misiones, en la última semana, dejaron como consecuencia crecidas significativas en el río Uruguay –aún en desarrollo– y, según el Instituto Nacional del Agua (INA), una situación crítica en la zona. A esto se suma, el registro del caudal superior a lo normal del río Paraná. En este sentido, el INTA recomiendan estar alertas y retirar los animales que se encuentran en zona de islas y riberas bajas.
De acuerdo con el informe del Instituto Nacional del Agua (INA), “las lluvias acumuladas sobre la cuenca alta y media del río Uruguay en las últimas tres semanas dieron lugar a una crecida significativa, que aún está en desarrollo”.
A su vez, el INA advierte sobre la alta probabilidad de que ocurran nuevas lluvias y tormentas en el norte del Litoral, este de Paraguay y cuencas de los ríos Iguazú, media-alta del Uruguay y no regulada del Paraná. Allí, los valores acumulados podrían superar los 150 milímetros.
En este sentido, Eduardo Flamenco –especialista en recursos hídricos del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar– expresó que “el pronóstico del volumen estacional calculado desde abril hasta septiembre de este año para el río Paraná, en los puertos de Corrientes y Rosario, es de 326 mil hectómetros cúbicos”.
“En consecuencia, se prevé la ocurrencia de una nueva onda de crecidas, con caudales por encima de lo normal, que si bien no alcanzaría el nivel de evacuación de la población en Corrientes, sí llegará nivel de alerta”, señaló Flamenco.
Ganado de islas, en retirada
En este contexto de crecidas y con un pronóstico que anticipa nuevas precipitaciones, especialistas del INTA recomiendan retirar los animales que se encuentren en zona de islas y de riberas bajas, además de tener en cuenta las recomendaciones de manejo para el ganado en situaciones climáticas extremas.
Andrea Pasinato –técnica del INTA Concepción del Uruguay, Entre Ríos– destacó la importancia de “extremar las medidas de manejo del rodeo, principalmente las referidas a su alimentación y sanidad, ya que los animales serán más susceptibles en esta situación de estrés”.
En cualquier caso, Pasinato aconsejó: “Comprar el mínimo de alimento que permita sobrellevar la situación de emergencia para cubrir los requerimientos de mantenimiento del ganado sin esperar altos niveles productivos”.
Y agregó: “Antes de suplementar, debe evaluarse el valor nutricional de la superficie de pastura no alcanzada por el agua, y al mismo tiempo, bajar todo lo que se pueda la carga animal del establecimiento”.
Una vez realizado esto, Pasinato sugirió: “Dividir el rodeo en categorías según los requerimientos nutricionales, alimentar cada categoría en forma diferente y priorizar aquellas más sensibles”.
Llueve sobre mojado
Pablo Mercuri –director del Centro de Investigación en Recursos Naturales del INTA–, analizó las perspectivas climáticas para el Litoral y expresó: “Para esta semana y los últimos 10 días de junio, es alta la probabilidad de ocurrencia de lluvias sobre la cuenca alta del Plata que involucra el río Paraná, Uruguay e Iguazú”.
Por esto, se espera que se mantengan altos los niveles de los ríos y se podrían llegar a generar inundaciones por desborde. “Los primeros que sufren anegamiento son los productores y pobladores de las islas y zonas de riberas bajas, por lo se aconseja el retiro del ganado, respecto del río Uruguay”, indicó Mercuri.
Aún así, Mercuri advirtió que “se desconoce la magnitud de las precipitaciones de las próximas semanas” y, por ahora, no superaron los niveles de alerta, salvo en el caso del curso del Uruguay, sobre localidades ribereñas de Corrientes y Entre Ríos, como Paso de los Libres, Concordia, Colón y Concepción del Uruguay.
Desde el punto de vista territorial, Mercuri hizo referencia a la posibilidad de recuperación de las zonas afectadas por los excesos hídricos y aseguró que “en gran parte del Litoral será rápida por tener bien demarcados los cursos de agua hacia los principales ríos como el Paraná y el Uruguay”.
En cambio, en la zona central del país los territorios inundados del noroeste de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y centro y noreste de La Pampa, que están muy afectadas, tendrán una recuperación “mucho más lenta y gradual” porque son cuencas cerradas sin cursos hídricos significativos para evacuar la enorme cantidad de metros cúbicos de agua en superficie, detalló Mercuri.
Además, carece de obras de canalización importantes o sistematizaciones hidrológicas. “Son zonas que dependen de evacuación vertical, hacia las napas o la atmosfera”, puntualizó Mercuri.