Mientras que en el periodo 1999-2002 el nivel de proteína en el norte de la región triguera era superior (entre 11-12%) a los que se observaban en el sur y en el sudeste (9-10%), hoy en día se aplacaron las diferencias nivelándose alrededor de un 10%. La señal de alarma aparece cuando el nivel proteico de la totalidad de las zonas está por debajo del 10,5% que es el requerido por la exportación.
Martín Zamora de INTA Barrow, expresó que hay que ser muy cuidadosos con el manejo de la nutrición en trigo. El técnico explicó que es fundamental seguir al cultivo, ya que si un trigo con rinde esperado de 5000 kg/ha requiere 150kg N/ha para alcanzar un valor de 10% de proteína, en un año con buen régimen hídrico puede alcanzar un rendimiento de 7000 kg/ha de grano con solo un 7.5% de nivel proteico. Por esa razón, Zamora destaca que es necesario pensar la nutrición pensando no solo en la variedad, sino considerando el desarrollo del cultivo, así es que la fertilización foliar cobra valor como una forma de acompañar al cultivo ajustando los requerimientos.
Cristian Brambilla, asesor privado, expuso sobre los resultados obtenidos en la región oeste donde los genotipos de alta calidad panadera requieren aportes de por lo menos 165kg de nitrógeno por hectárea. Más allá del genotipo, rendimiento y proteína aumentan con el aporte de nitrógeno. Mostró datos de una red realizada por el semillero Don Mario donde se encontró que es necesario aumentar en al menos 30kg de nitrógeno/ha la fertilización en variedades de alto rendimiento.
Matías Ermacora, asesor del CREA Norte de Buenos Aires, destacó la importancia de priorizar variedades que expresen alto potencial de rendimiento pero que no comprometan los parámetros clave de comercialización que definió como proteína y peso hectolítrico. Asimismo, existen variedades de calidad que en ambientes de alto potencial pueden expresar productividades que se acercan a las de rendimiento, en este sentido es interesante destacar que se encontraron respuestas en niveles de nitrógeno de 200kg/ha.
Los tres especialistas coincidieron en destacar la importancia de la elección de las variedades para diseñar el plan de fertilización.