Juan Carlos Anaya es consejero de Sukarne, la empresa líder en México en el mercado de carne vacuna, cerdo y pollo. No sólo es referente en ese país. Individualmente, la firma es la quinta productora mundial de carne bovina (el año pasado vendió más de 640.000 toneladas a través de 40.000 puntos de venta) y forma una red de seis establecimientos de engorde (cinco en México y uno en Nicaragua) para 455.000 animales que la convierten en la tercera compañía engordadora del mundo. En 2016, además, faenó más de 1,5 millones de cabezas. Anaya integró una delegación de empresarios de México que la semana pasada visitaron la Argentina interesados en explorar oportunidades de negocios.
En el caso de Anaya, no vino para vender carne, sino para evaluar la compra
de maíz argentino. La empresa en la que trabaja adquiere todos los años un
millón de toneladas de maíz para el ganado, en un 60% a productores mexicanos y
en otro 40% en los Estados Unidos.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no sólo está obligando a México a
repensar el vínculo con su vecino [el año pasado le exportó en agroalimentos US$
24.000 millones e importó por US$ 18.000 millones, logrando un superávit en este
rubro por tercer año consecutivo en 24 años de vigencia del tratado de libre
comercio], sino también a sus propios empresarios. "La nueva realidad nos obliga
a salir de la zona de comfort", dijo Alejandro Vázquez Salido, funcionario de
Agricultura de México, que acompañó en la visita a los empresarios junto a Raúl
Urteaga, director de asuntos internacionales de la Secretaría de Agricultura
mexicana.
Es en este contexto donde se entiende la presencia del ejecutivo de Sukarne.
El año pasado, México compró en la Argentina 97.000 toneladas de maíz amarillo
para el ganado, un volumen ínfimo frente a los 14 millones de toneladas que
importó, en un 98% de los Estados Unidos.
"Vinimos con la idea de buscar un intercambio en maíz amarillo", señaló Anaya.
"Si se ponen competitivos podemos comprar en la Argentina", agregó. La palabra
competitividad a la que se refiere es el precio. Por ahora, el maíz argentino
llega más caro a México. Mientras el maíz norteamericano tiene hasta México un
flete marítimo de 14 dólares por tonelada, el flete marítimo del cereal
argentino es de 28 dólares, según calculó Anaya.
En trigo, los industriales molineros que estuvieron dijeron que estaban dispuestos a llevarse a modo de prueba entre 30.000 y 50.000 toneladas.
En productos del agro, el año pasado la Argentina le vendió a México por US$ 175 millones, en tanto que vinieron de ese país US$ 26 millones, el 29% cerveza. Los mexicanos no sólo tienen preparado el changuito para comprar, sino que quieren vender. Por ejemplo, están solicitando que la Argentina le otorgue la denominación de origen para el tequila, un negocio que en todo el mundo le reporta ventas por US$ 1270 millones y aquí es el 1% de lo que viene en productos de México. Además, quiere la apertura del mercado para su aguacate (palta).
En tanto, sabido es el interés de la Argentina de poder exportar carne vacuna a México. Para esto, no obstante, los mexicanos siguen poniendo reparos por los episodios de aftosa que afrontó el país.