CORDOBA. Rota Guido, una empresa italiana especialista en tecnología y
soluciones para el agro y el ambiente, tiene proyectos para instalar 20 plantas
de biogás en establecimientos rurales argentinos y abrir una filial en esta
provincia, en Tránsito, a unos 100 kilómetros de la capital, en el departamento
San Justo.
La compañía, de medio siglo de trayectoria, cuenta con 300 plantas de biogás en Europa, instalaciones que producen desde 50 Kw/hora a 2 megas. La ventaja de esta producción es que con desechos de los establecimientos rurales generan calor, gas o electricidad y biofertilizantes.
Javier Tonoli, cordobés radicado en Europa y director comercial de la firma
para Europa occidental y responsable de su desarrollo en la Argentina, integró
la última misión de empresarios que acompañaron al presidente de Italia en su
visita al país. Mantuvo reuniones con los ministerios de Energía y Agroindustria
y contactos con interesados privados.
"Con 53 millones de vacas, la Argentina tiene potencial para generar energía a partir de efluentes -dice a LA NACION-. En Francia hay 20 millones y la tecnología se extiende. Todo desecho se convierte en recursos y es un empuje también para las economías regionales".
Entre las 20 plantas ya acordadas para ejecutar la primera se realizará en Villa de María de Río Seco, en el norte cordobés, con financiamiento italiano. Ese esquema se usará en las primeras para acelerar el proceso.
Tonoli insiste que, con el tiempo, se sumarán empresas nacionales que exploten estas ventajas que ofrece el campo, agregándole valor y aportando una solución a un país que no genera la suficiente energía para atender su demanda.
"Hay vacas y los establecimientos dedicados a la lechería están concentrados en una franja geográfica; además, todo ganadero hace agricultura y con este sistema puede producir biofertilizantes sólidos y líquidos. No sólo es beneficio ambiental, sino ahorro de costos", describe.
Revolución
El empresario está convencido de que el país tiene condiciones para una "revolución" a partir de la ganadería si se decide a pasar a una "de precisión".
Rota Guido entrega las plantas llave en mano. Se ocupa desde el diseño hasta los equipos que -en los primeros tiempos- se importarán desde Italia. De todos modos, aclara Tonoli, el 55% de lo que se hará es local, por las contrataciones de ingeniería civil y mano de obra.
Las plantas cuestan entre 1 y 5 millones de dólares en función del tamaño. Las estimaciones de expertos es que la media debería ser de unos 300 Kw/hora para la amortización.
Tonoli explica que las amortizaciones pueden alcanzar unos 7 años, pero enfatiza que se pueden hacer más rápido. "Los equipos tienen una vida útil de unos 25 años; la clave son las líneas de financiación que existan. La decisión política del Estado de impulsar el sector es definitoria", dijo.
Para su filial argentina la empresa trabajará con Ganaderia Confort, una firma de servicios para el campo que ofrece soluciones integrales para reducir el stress y producir más leche.