Con el objetivo de llevar tranquilidad a la población, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) comunica que las frutas y hortalizas que se comercializan en la Argentina no representan un riesgo para la salud del consumidor.
A través del plan de control de residuos y contaminantes en productos de origen vegetal, el Senasa verifica el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) respecto de la aplicación de los productos fitosanitarios.
Dado que el uso de estos productos puede dejar residuos en los alimentos, a nivel internacional se establecen límites máximos aceptables sobre bases científicas, conocidos como Límites Máximos de Residuos (LMR), los cuales son definidos con un amplio margen de seguridad que evita el riesgo para el consumidor aun si eventualmente fueran superados.
Debido a estos márgenes de seguridad, un LMR superior NO constituye un riesgo para la inocuidad alimentaria, sino el incumplimiento del buen uso del producto fitosanitario en un establecimiento agrícola, sobre el cual el Senasa realizaría acciones correctivas.
La detección de residuos de un producto fitosanitario demuestra la utilización de los mismos en una producción agrícola y no necesariamente un riesgo para la salud del consumidor.