De acuerdo a los registros del Ministerio de Agroindustria de la
Nación, la suba en la producción fue consecuencia de una molienda de la
oleaginosa que alcanzó 929.008 toneladas, 4,2% más que las 891.470
toneladas de los primeros tres meses del 2016.
Argentina es el cuarto país productor de aceite de girasol. A su vez,
es el 3° exportador mundial de aceite de girasol crudo y 13° exportador
mundial de aceite de girasol refinado.
El aceite de girasol es considerado de excelente calidad comestible por
su elevado tenor de ácidos grasos insaturados (oleico y linoleico), y
se ubica como el cuarto en orden de importancia en el mercado mundial
de aceites.
Nuestro país tiene una producción promedio de 1.158.000 toneladas, que
se reparte en partes iguales entre la exportación y el consumo
doméstico.
En este sentido, los principales destinos de las ventas externas
correspondiente a aceite de girasol crudo son China, India, Malasia y
Egipto, que juntos concentraron aproximadamente el 50% de los envíos en
valor del año 2016. En tanto que las exportaciones de aceite de girasol
refinado se destinaron principalmente a Chile y Paraguay en el mismo
año.
Mientras que en el mercado local, la producción se destina únicamente
al consumo humano, donde se destaca la tradicional presentación en
botella, de la cual la población de nuestro país utiliza
aproximadamente 13 kilogramos al año por habitante.
Por estas razones es importante resaltar que la siembra de girasol para
la campaña 2016/17 se incrementó 17,8% y se espera una cosecha de
3.300.000 toneladas, de las cuales la molinería lleva compradas más de
la mitad, afirmando una dinámica productiva y comercial promovida por
la eliminación de las retenciones, los cupos de exportación y la
unificación del tipo de cambio.