El Gobierno le confirmó a SanCor que le dará un crédito de $ 450 millones del Fondear (Fondo para el Desarrollo Económico Argentino), que está en la órbita del Ministerio de Producción, para aliviar su situación financiera.
Así lo dejaron trascender fuentes vinculadas a las negociaciones entre la
empresa y el Gobierno. "Lo confirmaron [al crédito], pero todavía no se hizo
efectivo", indicó una de las fuentes. La compañía va a recibir ese dinero por
tramos. No va a recibir la plata toda junta.
La ayuda del Gobierno es a cambio de que la compañía reestructure su operación.
SanCor tiene un pasivo total que ronda los $ 5900 millones, se encuentra con
cuatro plantas inactivas, cuenta con un 50% menos de procesamiento de leche de
lo habitual y sufrió la fuga de 247 tamberos no bien comenzó a reprogramar
pagos.
Luego de esa reestructuración sobrevendría en unos meses la transferencia de
activos a una sociedad para que un inversor internacional pueda tomar el control
del negocio o de lo que le queda a la compañía. Vicentin compró el año pasado el
90% del negocio de yogures, flanes y postres de la cooperativa y el grupo
estadounidense Mead Johnson Nutrition ya tiene desde hace un tiempo el control
del 90% de la unidad de leches infantiles.
SanCor se ha ido desprendiendo de negocios de valor, lo que hizo que algunos
analistas privados hoy se pregunten qué atractivos puede tener la firma para
seducir a compradores globales. Aunque mermado, tiene un volumen de más de 1,6
millones de litros diarios de leche que proveen sus asociados. Entre los
interesados en una compra o alianza vienen sonando Lactalis (Francia) y Lala
(México).
Según habían confiado diversas fuentes a LA NACION, la plata que se otorgará a la cooperativa será manejada por un fideicomiso. Es decir, la empresa no tendrá un control directo. Incluso se está analizando la constitución de un comité que hará el control de gastos. Por lo pronto, esa plata es clave para el pago de la leche a los tamberos. Los productores tienen en estos momentos cheques de la firma que equivalen al 75% de su producción de marzo pasado, mientras que por el restante 25% recibirían otro cheque a cobrar el 28 del actual. Además, van a recibir cheques para cobrar hasta febrero de 2018, pagos que SanCor reprogramó por la producción de febrero último.
Para ayudar a la empresa también se buscó un compromiso del gremio lechero, Atilra. La semana pasada, el sindicato firmó ante el Gobierno un acta donde los trabajadores aceptan diferir 15% de su sueldo por seis meses y a cobrar a los doce meses, pero con un salario actualizado de forma que no pierda poder adquisitivo. Es la prenda de cambio para que no haya despidos por seis meses.
Por ese acuerdo, en el gremio dicen que ya cumplieron su parte. Insisten en que hablaron con los funcionarios, accedieron a lo que les pedían y luego firmaron un compromiso concreto en un acta.
Se atajan de esa manera porque, según trascendió, además del acuerdo por SanCor, el Gobierno habría buscado que Atilra aceptara firmar un convenio más amplio, válido para toda la industria lechera, como paso previo al arreglo por la empresa. Una especie de pacto como el que el gremio petrolero rubricó por Vaca Muerta. Ante la requisitoria por un convenio de esa naturaleza, Atilra respondió que algo así debía conversarse independientemente del conflicto por SanCor.