Cómo identificarlas y corregirlas con una relación costo/beneficio conveniente es el desafío que le propusimos a la Ing. Maiza Cabrera en la siguiente nota.
“A la hora de planificar un sistema de suplementación, es importante considerar todas las estaciones del año”. Por ejemplo si implementamos un sistema de creep-feeding para lograr terneros más pesados al destete, deberíamos prever que haremos en invierno para no perder esos kilos logrados, cuando el clima se pone riguroso y las pasturas pierden calidad, no logrando cubrir los requerimientos nutricionales de la categoría.
Dentro de las opciones disponibles la suplementación con sales proteinadas o núcleos proteicos permiten que ese animal que sale del pie de la madre, pueda entrar al invierno consumiendo un tipo de alimento que le sirva de apoyo para mejorar la digestibilidad de ese campo natural que le estamos ofreciendo, logrando que su desarrollo continúe o por lo menos que no pierda esos kg generados en la etapa anterior.
También en los meses de primavera, cuando se empieza a observar mayor
disponibilidad de forraje de mejor calidad, la utilización de suplementos
proteicos podría ser muy beneficiosa, ya que estimula el consumo de ese forraje
de buena calidad y aumenta la tasa de digestión, provocando mayor ingesta de
nutrientes.
Existen en el mercado alternativas de núcleos proteicos para autoconsumo de muy
bajo volumen de suplementación, formulados con proteína de origen vegetal, que
ofrecen excelentes resultados fundamentalmente en categorías de recría en meses
estivales. Logrando ganancias incrementales de 4 -5 kg/anim/mes en esta época,
con un costo aproximado de 0.75 U$S/kg. marginal ganado.
Una de las fortalezas de estos productos es que la proteína de origen vegetal posee mayor valor biológico que una fuente nitrogenada no proteica, con menor tasa de degradabilidad en rumen, mayor tiempo de disponibilidad y ningún riesgo de toxicidad. Además de su palatabilidad superior. Los consumos esperados van de 80 a 300 grs./anim/dia, dependiendo de la categoría animal y el peso vivo, se suplementa en autoconsumo, en comederos para tal fin o en bateas dispuestas en los potreros. Su bajo consumo facilita la implementación de la técnica, los volúmenes a manejar son pequeños disminuyendo también los costos de flete y facilitando la logística dentro del predio.
El campo natural presenta en casi todos los meses del año deficiencias de proteína, y esta alternativa permite corregir dichas deficiencias, sobre todo en las categorías más pequeñas, donde los requerimientos son mayores, y se puede lograr las mejores conversiones con bajos costos.