Corto plazo favorable
En el corto plazo se ve un mercado animado para la soja; a mediano término,
riesgo de bajas. La definición anterior pertenece el consultor Sebastián
Olivero, que justifica los altos valores del disponible -alrededor de 278
dólares por tonelada- y de las posiciones a cosecha -US$ 270- en que todavía
quedan varias semanas para la definición de los rindes de los cultivos en la
Argentina 2016/2017 y en que persiste el riesgo de inundaciones y de problemas
operativos durante la cosecha.
Riesgos bajistas en el horizonte
"Hasta que la soja no ingrese en el circuito comercial, el mercado gozará de un premio climático", anticipa Olivero. Más adelante, en abril-mayo, cuando se hayan develado muchos interrogantes, surgirán riesgos bajistas. "Durante febrero hay cierto margen de maniobra con la soja vieja, pero con el correr del almanaque los valores tenderán a converger con los de la nueva, que pueden bajar, lo que no justifica su retención; es preferible venderla y conservar la nueva", aconseja.
Combinación peligrosa
En abril-mayo se combinarán el ingreso de la cosecha argentina, buenos rendimientos en la mayor parte del área sembrada de Brasil y mayor intención de siembra de soja en EE.UU. -probablemente un millón de hectáreas más- por los bajos valores del maíz en el mercado internacional. El dato positivo es que en la demanda no se vislumbran problemas. "En enero de 2017, los importadores chinos compraron 16% más de soja que en igual mes del año anterior", compara Olivero.