Según Fimix Agrofinanzas, lo más destacable del informe del USDA es la decepción del mercado sobre algunos aspectos que parecían ya incorporados a esta altura.
En primer lugar, los embarques de EEUU a esta altura del año están en 75% del pronóstico de embarques del USDA, lo que es más de 10% superior al mismo período de un año atrás y por encima del promedio histórico, previéndose el mayor volumen de embarques de la historia; lo que coincide con la mayor cosecha nunca vista y con atribuir a la demanda externa muy firme el destino de las ventas de soja.
La demanda persistente – y cada vez más ávida – por producto, lleva a pensar en que el USDA deba ajustar al alza el volumen total de embarques, recortando necesariamente los inventarios finales de EEUU. Sin embargo, entre el informe anterior y el de febrero, no modificó su volumen previsto de embarques. Primera decepción
En América del Sur, Argentina sufrió en enero graves inundaciones que comprometieron cerca de 100 mil hás, que ya se habrían perdido. En el último mes, las informaciones han ido y vuelto, pero el mercado ya se hace a la idea de pérdidas por 2,5 millones de tons, en principio. El USDA hizo caso omiso y sólo recortó 1,5 millones. Segunda decepción…
Para Brasil, mantuvo la producción sin cambios, esperándose una excelente cosecha, de no mediar problemas climáticos.
Se espera una excelente cosecha en el Mercosur, superior a la de la zafra anterior (con el plus de Brasil que más que compensa a Argentina) y que se suma a la histórica cosecha de EE.UU. Problema de oferta, actualmente, no hay.
La demanda sigue muy firme, siendo algo de varios años atrás y la oferta apenas puede ponerse a tiro.
La evolución del precio viene respondiendo a diferentes factores. Cuando EEUU estaba levantando su mayor cosecha histórica, en octubre pasado, podría haberse esperado un afloje natural en los valores por un tema de época cuando se inunda el mercado de producto, que su precio afloje. Eso coincidió con la fuerte entrada de fondos de inversión a comprar, especulando con la carrera electoral en EEUU y la elección posterior de Donald Trump.
Es común que a esta altura del año, por un tema de precios más competitivos, la demanda china se mueva desde EEUU a Brasil (y en menor medida a Argentina y Uruguay). Esto no ha ocurrido, ya que EEUU sigue a tiro con sus precios de venta en los puertos respecto al Mercosur.
El motivo de esto ha sido precisamente la enorme cosecha de EEUU que, ya sin la carrera alcista post electoral atizada por los fondos, se encuentra en valores muy económicos respecto a otros años y a Brasil. En este país, dólar más barato y precios más bajos en Chicago ha retirado a los productores del mercado, sin vender y haciendo que las primas (diferencia de precio positivo vs Chicago) se afirmen, llevando a los compradores finales en destino a seguir prefiriendo soja estadounidense, que sigue habiendo mucha y barata.
En resumen, el mercado de mediano plazo sigue firme y las posibles subas se dan en el marco de chances que está dando la oferta retirada de Brasil y la demanda que, todavía firme, busca no perder ritmo de abastecimiento, con márgenes de molienda positivos en destino, que son el principal motivo de mover a todo el resto de la cadena.
El Informe de USDA
Este jueves 09, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por su sigla en inglés), difundió su informe mensual sobre Pronósticos Agrícolas de oferta y demanda, interna y mundial (WASDE), con el cálculo actualizado a febrero.
Respecto al maíz, no hubo cambios en los cálculos de cosecha de Argentina y Brasil (36,5 y 86,5 millones de tons respectivamente) respecto al informe de enero, resultando en un dato mayor a lo que el mercado esperaba, en el caso argentino (35,78 millones de tons), mientras que para el maíz brasilero esperaba un número mayor por parte de los operadores: 87,05 millones de tons. En EEUU, se tendría un menor inventario final (58,93 millones de tons) vs el informe de enero (59,82 millones de tons) y vs lo que el mercado esperaba (59,31 millones de tons).
En soja el USDA recortó la cosecha argentina, pero solamente en un millón y medio de tons (de 57 a 55,5 millones de tons), cuando los operadores descontaban que lo hiciera por un millón adicional, como mínimo (hasta llegar a 54,54 millones de tons). El número de inventarios finales a nivel mundial resultó menor a enero (80,38 vs 82,32 millones de ton) y también levemente menor a lo esperado por el mercado (80,93 millones de tons), pero el mercado se quedó con el gusto amargo del poco recorte hacia la cosecha argentina.
Para EEUU, el dato fue de 11,44 vs 11,43 millones de tons, estimado en enero, mientras que el mercado esperaba por 11,16 millones de tons.
Para el trigo, el cálculo de inventarios finales mundiales resultó en menor volumen (248,61 millones de tons) vs lo que el mercado esperaba (253,13 millones de tons) que, simultáneamente, estaba alineado con el último número del USDA de enero (253,29 millones de tons). En ambos casos, resultó menor, lo que atrajo el mayor interés comprador por parte de los especuladores.
En cuanto al dato de inventarios en EEUU (31,01 millones de tons), resultó menor frente al informe de enero (32,11 millones de tons), así como a la expectativa del mercado (32,28 millones de tons).